- La tienda de paraguas que se convirtió en el mejor escaparate de Miró, y que requirió inversiones.
- El inmueble protegido que ahora podría ser más interesante dedicar a pisos.
- La tienda sucesora cuenta con menos de un tercio de su superficie, y una fachada corta, del formato de los nuevos establecimientos de proximidad de la cadena.
El cierre de la tienda Miró donde llegó a poner su sede ha sido llamativo, pero tiene sus razones.
Cuando Francesc Miró, fundador de Establiments Miró y actualmente retirado tras la crisis de su empresa, tomó el local de Pío Rupert Laporta (también conocida como Pius Rubert Laporta) en el número 66 de la Ronda San Antonio (Ronda Sant Antoni) de Barcelona para montar su tienda insignia, nos dijo que el local era, interiormente, todo un desafío. Solo dos plantas, pero un trazado triangular complicado, y carencia de servicios básicos. Por ejemplo, en acometidas de agua. Tal vez, porque el edificio surgió como anexo, levantado a primeros del siglo XX, a una tienda instalada en un edificio que se construyó a mediados del siglo anterior, es decir, el XIX.

Dicha tienda era, en efecto, de Pío Rupert Laporta, un conocido fabricante de paraguas que tenía su centro de producción en otro lugar de la capital barcelonesa, en la calle Dos de Maig (Dos de Mayo), aunque algunas noticias de ahora han confundido el origen histórico y piensan que la fábrica era, precisamente, el inmueble hasta ahora ocupado por Miró.
El edificio está sometido a protección urbanística, nivel C. Para quienes no sabemos qué es eso, cabe aclarar que hay cuatro niveles de protección. El nivel A, para bienes culturales de interés nacional, lo determina la Generalidad de Cataluña. El nivel B, para bienes culturales de interés local, lo decide el Ayuntamiento y lo ratifica la Generalidad. El nivel C, para bienes de interés urbanístico, es competencia absoluta del Ayuntamiento; es el que recae sobre la tienda de la Ronda Sant Antoni. En los tres casos, no es posible el derribo, y es obligatorio el mantenimiento. El cuarto nivel solo es de bienes de interés documental, cuyo derribo, previa argumentación y aprobación, es posible.
El actual propietario de la cadena Miró Electrodomésticos, que es Investing Partnerhip (la sociedad mixta del importador de electrodomésticos Svan Trading y la plataforma de distribución de electrodomésticos Candelsa), no se llevaba bien con el propietario del inmueble. Entre otros desacuerdos, el dueño obstaculizó reformas y no quiso asumir el coste de mantenimiento que suponía pintar la fachada. Malas lenguas indican que el dueño quiere dedicar el edificio a pisos de lujo (todo es posible, aunque esté en la frontera del barrio del Raval, nada lujoso) o bien a pisos turísticos (cosa muy verosímil, aunque desde hace unos años el Ayuntamiento quiere restringir ese tipo de actividades en Barcelona).

Estas parecen haber sido las razones que movieron a cancelar el contrato de arriendo por parte de Miró, que el 30 de agosto cerró la tienda y puso en la misma carteles informando de su próximo traslado a otro local en la cercana calle Urgell. Eso supone dejar un emplazamiento de gran visibilidad, con 2.000 m2, por otro de 600 m2 en el 37 de la mencionada calle Urgell, gemelo (simétrico, con eje en el portal comùn del mismo inmueble) de una tienda de mobiliario de la cadena de franquicias ArtModul.
Debe señalarse que el anterior propietario de la cadena Miró, Kabaena Directorship (del grupo de inversiones Springwater), tuvo su sede social primero en el almacén de Martorell donde también estuvo el domicilio de la antigua Establiments Miró, y posteriormente lo trasladó (al tiempo que abandonaba dicho almacén) a la tienda de a Ronda Sant Antoni. Últimamente, sin embargo, en la Ronda estaba el cuartel operativo de la cadena, pero la sede social del actual propietario, Investing Partnership, continúa oficialmente en Roger de Lluria, 118, domicilio del abogado que asesoró en el procedimiento de toma de activos de la concursada Kabaena por el tándem Svan-Candelsa. Por ello, el abandono de la hasta ahora tienda insignia de Miró no supone ningún cambio a efectos del domicilio social de la misma.

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