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El estafador que suplanta la identidad de un tercero: esto ha ocurrido en el sector de electrodomésticos.
Puede que usted tenga un comercio pequeño o mediano, y que nunca haya considerado tener un sitio web propio.
Pongamos que se llama «Electrodomésticos Zutano». Puede, incluso que usted trabaje con enseña franquiciada, y que confíe únicamente en el sitio web del franquiciador, el cual recoge en su nombre, quizá, los eventuales pedidos online que este reciba, y que le asigne por geolocalización. Digamos que usted es Expert Electrodomésticos Zutano, o Euronics Electrodomésticos Zutano, o... así sucesivamente. Pero que no existe un sitio web electrodomesticoszutano.com (o .es, o .net).Y así vive más o menos feliz y contento
Pongamos que un desaprensivo le copia el logo, se hace con una foto de la tienda (hoy es fácil, incluso puede que esté en la web del franquiciador), y que copia su dirección, teléfono y su NIF. Una suplantación de identidad en toda regla. Lo peor, para colmo, es que el autor de esta suplantación puede ser un estafador profesional, que va a cometer las estafas «en su nombre». Es lo que ha ocurrido en Francia.
A comienzos de diciembre último, el gerente de una empresa de venta y reparación de electrodomésticos de la región de Finisterre empezó a recibir llamadas de clientes indignados, que se quejaban por no haber recibido aparatos adquiridos en su tienda online. Este hombre les respondió que su empresa no tenía tienda online. Los «clientes» se mostraron incrédulos. Así que el gerente visitó el sitio web y se encontró con que utilizaba un dominio que podría atribuírsele, un nombre comercial que era el suyo, y publicaba una dirección, un teléfono y un NIF (SIRET, en Francia) que eran los suyos.
Lo cierto es que los ciudadanos eran víctimas de una estafa (les «vendían» electrodomésticos que nunca les entregarán), pero asumiendo una identidad robada, por lo que han ocasionado un daño reputacional inestimable al comercio suplantado.
¿Qué interés tiene esta noticia para ustedes? Directamente, ninguno. Pero háganse a la idea de que eso les puede ocurrir a ustedes también. Y a cualquiera de nosotros, la verdad sea dicha.
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