Y de ello lo más interesante, en realidad, es la lectura que podría hacer el sector, para sí mismo.
La agencia de calificación S&P Global Ratings rebajó el jueves de la semana pasada (13 de abril) la perspectiva de la calificación crediticia BB+ a largo plazo de Fnac Darty, pasando de «estable» a «negativa». ¿Por qué?
La agencia opina que el desempeño operativo de Fnac Darty se enfrentará a «condiciones comerciales difíciles y presiones inflacionarias». Por otro lado, «la multa impuesta por el Tribunal Supremo del Reino Unido en el contexto del litigio relacionado con la liquidación de Comet UK reduce la capacidad de absorción de las contra-rendimientos» del grupo.
Este tipo de informaciones son, por lo general, poco relevantes fuera del escenario puramente financiero. Por otro lado, S&P ha moderado ella misma su valoración al indicar que el «posicionamiento de alto nivel y las medidas proactivas de gestión de costos [de Fnac Darty] deberían preservar la rentabilidad y los indicadores crediticios», así que, frente a los condicionantes negativos, hay factores propios que los contrarrestan.
Sin embargo, el interés mayor para los lectores de Market Visión es la derivada que se puede extraer: según la agencia, el sector comercial de los bienes tecnológicos de consumo afronta un escenario, como hemos dicho, de «condiciones comerciales difíciles y presiones inflacionarias» que requerirá liquidez para absorber posibles descensos de rentabilidad. En el caso de Fnac Darty, lo que le preocupa (relativamente) a S&P es que la empresa verá disminuida su caja por el pago de una cuantiosa multa.
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