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Dos años después del «caso Celside», los comerciales de Fnac venden otro producto similar, con técnicas parecidas.

Hace un par de años, Fnac se convirtió en pésimo protagonista de las quejas de consumidores en redes sociales ante los numerosos casos de «regalo» de una suscripción a un misterioso seguro, que nadie sabía muy bien para qué servía, pero que a los pocos días de la compra del producto (y el regalo tóxico de ese servicio), comenzaba a pasar cargos a la cuenta del desdichado e incauto cliente. Lo peor era que resultaba muy complicado el proceso para darse de baja, después de haber recibido ya los primeros cargos.

Los protagonistas de aquella «venta fraudulenta» de seguros y otros servicios asociados en el mismo paquete eran dos: la propia Fnac, que realizaba la venta presentada como regalo con fácil posibilidad de baja, y Sfam, matriz de Celside Insurance y Hubside, que por aquel entonces era además un accionista destacado de la propia Fnac Darty.

De todo esto informamos en su día en Market Visión.

Sfam-Celside fue sancionada en Francia por sus prácticas comerciales engañosas. Y Fnac informó en España que había cesado en su relación con Celside, por lo que no comercializaría más sus productos-servicios. De todos modos, el asunto siguió coleando varios meses después de la «ruptura». Por otro lado, la empresa ya no es accionista de Fnac.

Pues bien, Fnac ha vuelto a lo mismo: está colocando a presión y con argumentación presuntamente engañosa, en sus ventas de bienes tecnológicos de consumo, seguros de Garantía Privée con derecho de desestimiento durante el primer mes (pero enorme dificultad para contactar y materializar dicha renuncia), y compromiso obligatorio por un año si no se desiste en ese plazo. Algunos usuarios se quejan de que les han colocado uno de estos seguros para unos auriculares, cuyos cargos mensuales durante un año suman (se ha indicado) un importe superior al precio del producto nuevo. En general las quejas se refieren a la presión y el engaño en el proceso de venta por Fnac, y las dificultades para darse de baja.

En el caso anterior, de los seguros de Celside, las quejas llegaron a las asociaciones de consumidores, que denunciaron a Celside-Sfam por trabas para tramitar las bajas.

La imagen de Fnac también se vio dañada, pero es posible que todo se haya olvidado. Ahora, dentro de esa obsesión del comercio detallista por vender servicios además de productos, aquellas prácticas de venta insidiosa parecen haber vuelto.

© MARKET VISION


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