Todo son filtraciones y especulaciones. Las últimas hablan de decepción... pero, también, que habría otro interesado.
Sobre el futuro de Electrolux, actualmente lo que más hay es especulación.
En las últimas semanas, lo que hemos sabido (o creído saber, puesto que todo son pobres filtraciones a medios de inversión internacionales) es que no solo la china Midea se interesó por comprar la compañía sueca de electrodomésticos, sino que la surcoreana Samsung Electronics también lo hizo y que, según algunos, todavía mantiene ese interés. No es, sin embargo, una información más precisa.
También hemos sabido que, del mismo modo que ya ha advertido el Gobierno italiano en el caso de la operación Whirlpool-Arcelik, también en este caso (en el que solo ha habido negociaciones y ningún acuerdo) lanzó la advertencia de que, en su caso, ejercerá su «Golden Power», o facultad especial para determinar las condiciones en que aceptaría una compra de este nivel, que afectaría a una plataforma industrial y de empleo importante en el país; concretamente, cinco fábricas, varios centros de investigación y desarrollo, unos 5.000 empleos).
Lo último, sin embargo, tal y como se difundió ayer a través de Bloomberg, es que se cree que Midea habría ya desistido de proseguir las negociaciones con Electrolux, después de comprobar la renuencia (escasa disposición, en este caso por desconfianza sobre la fortaleza de los compromisos del candidato a la adquisición) del primer accionista, el grupo Investor AB, titular del 18% de las acciones y del 30% de los derechos de voto en Electrolux).
Como ya hemos informado, Investor pedía fundamentalmente dos cosas:
- Una mejora en el precio ofrecido, pues entiende que ha sido calculado a partir del valor en Bolsa en un momento de particular debilidad, de la que Electrolux tiene fuertes expectativas de mejorar en los próximos meses.
- Y, sobre todo, una garantía de mantener la oferta incluso si las autoridades de la competencia imponen fuertes condiciones a la fusión.
Esto último está relacionado con el temor a que los EEUU ponga objeciones a que un grupo chino tome el control de Frigidaire, actualmente filial de Electrolux en aquel país (tras la absorción de White en 1986).
Según las últimas filtraciones sobre el proceso, Midea habría estudiado las condiciones exigidas por Investor y, finalmente, estimaría que no puede cumplirlas, por lo que habría abandonado la idea de comprar Electrolux.
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