El resultado vuelve a niveles estables, tras el atípico en el año de la quita de deuda.
Cata Electrodomésticos tuvo que pedir y lograr una quita de acreedores, en diciembre de 2021. El pasivo exigible era hasta entonces de cerca de 60 millones de euros, 45 millones de ellos como consecuencia del fiasco de la operación Fagor, cuya herencia quiso recoger en 2014, adquiriendo algunos activos de la cooperativa quebrada y tomando la licencia de la marca. La quita fue de algo más de la mitad de la deuda bancaria. El resto se refinanció, con traspaso de los bancos al grupo inversor Triton Partners, británico, que es el acreedor actual.
Ese año 2021 anotó un ingreso financiero extraordinario por 15,2 millones de euros, y de este modo, por atípicos, el beneficio contable fue de 12,4 millones.
En 2022 ha vuelto a niveles anteriores, siempre en positivo. Dejando aparte el año extraordinario (2021), el beneficio fue de 1,25 millones en 2019 (pre-pandemia), de 1,42 millones en 2020 (año de pandemia), y ha sido de 1,07 millones en 2022. Aproximadamente un 1,15% sobre ingresos. El resultado de explotación bajó de 2,3 millones (en 2021) a algo menos de 800.000 euros (0,9% sobre ingresos). La facturación fue de 92,9 millones de euros, ligeramente superior a la de un año antes.
CNA Group, del que Cata Electrodomésticos forma parte, factura en torno a 180 millones.
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