Nos dejó José Longás, directivo-referente en línea blanca a lo largo de cuatro décadas.

No quería trabajar en una multinacional, y acabó liderando en España las operaciones de BSH

Humberto Martínez
Director

Quienes estaban cerca de él conocían su enfermedad. A los demás nos habrá pillado por sorpresa. Como decía ayer el diario El Heraldo de Aragón, sólo en las últimas semanas hubo de interrumpir su actividad. Ayer falleció, a los 69 años de edad, José Longás Pellicena, en el sector conocido como Pepe Longás. Prácticamente toda una vida en BSH España, desde antes de que perteneciese a BSH.

Como explicaba Longás a Market Visión en una entrevista hace seis años, en principio él no quería trabajar en una multinacional. Ingeniero industrial de formación, su primer empleo fue en una empresa estadounidense de maquinaria para obras públicas. Trabajó un tiempo en EEUU, pero quiso regresar a España, y a una compañía cuyas decisiones no se tomasen en el extranjero. Surgió una oportunidad en la empresa zaragozana de línea blanca Balay, cuando todavía era una empresa española independiente, y la aprovechó. Ya no la dejaría , hasta su jubilación. Ni siquiera cuando, poco después de su incorporación al equipo, Balay se integró en BSH, con lo que volvió a estar en el seno de una multinacional. Pero, todo hay que decirlo, una multinacional cuya filial en España ha tenido mucha capacidad de iniciativa propia, sostenida por otra parte gracias al acierto en la gestión de las operaciones.

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Trabajó en el área técnica, coordinando la integración de centros de producción navarros en el grupo (recuerden que BSH compró la aragonesa Balay, la navarra Safel —antes Orbaiceta— y, a través de ella, la cántabra Corcho), modernizando la organización de servicio técnico, y por último asumiendo la dirección de las operaciones de BSH en España, con diferentes denominaciones para el cargo ocupado según el momento (director general, consejero delegado).

Pudo jubilarse al rebasar la frontera de los 60 años, como suelen hacer en el equipo directivo estas multinacionales. Pero, cuando se lo ofrecieron en 2013, aquello coincidió con la crisis del principal competidor de BSH en España, Fagor Electrodomésticos, y Longás expresó su deseo de poder liderar esa fase, en la que BSH acabó por tomar de una manera contundente la primacía en el mercado. «Ese tipo de noticias no suelen pasar en la vida de un directivo», diría más tarde.

Finalmente aceptó pasar a disfrutar las mieles del retiro en 2017. El 1 de septiembre, por tanto hace menos de cuatro años, Pepe Longás cedía el testigo a Fernando Gil Bayona, actual director general.

No se jubiló profesionalmente del todo. Era consejero independiente del grupo de medios de comunicación Henneo, del que forman parte el diario que dio la noticia de su fallecimiento, Heraldo de Aragón, La Información, 20 Minutos y otros, y en la empresa papelera Saica.

Deja esposa, dos hijos y dos nietos. Y un montón de amigos, y de profesionales que admiraron su trayectoria personal.

Desde Market Visión nos gustaría dejar dos pinceladas entre muchas que podrían marcar su larga ejecutoria, y una reflexión sobre su persona.

La primera, la conciencia de que los éxitos no son permanentes sino que hay que trabajar cada minuto por lograrlos y mantenerlos. En ese sentido, le oímos aplicar la misma expresión a dos materias: la cuota de mercado y la excelencia. De ambas dijo que cada mañana a las ocho tu cuota de mercado (o tu grado de excelencia) es cero. Y que el trabajo de cada empresa y de sus equipos es lograr que, al final del día, tu cuota haya aumentado o se haya mantenido a los niveles de la noche anterior (o que hayas acumulado un buen número de puntos de excelencia).

La segunda, el esfuerzo que siempre hizo por mantener una estructura industrial de BSH en España, con su correspondiente compromiso por crear empleo. Para mantener fábricas en España —nos dijo una vez—, el secreto es la productividad, un ADN industrial, y la aportación al conocimiento. «Nada ancla más la industria al terreno que la capacidad de I+D». Y algo debe haberse hecho bien en ese sentido, puesto que la mayoría de la industria de electrodomésticos ha desaparecido del terreno español, mientras que BSH conserva fabricación en tres comunidades autónomas, con centros productivos muy bien considerados dentro del grupo.

Por lo que atañe a la reflexión personal, debe dejarse constancia que Longás fue mucho más que la persona que guió a un amplio equipo en BSH. Sus consideraciones y juicios tenían un fuerte peso dentro del sector, casi como la voz del oráculo, o de la sabiduría, o del sentido común, según el momento. Un cambio de política, un reenfoque estratégico, o una advertencia sobre el mercado, servían para que la distribución y la competencia dentro de la industria modulasen sus propios planteamientos. Podría matizarse que, por el hecho de estar en BSH (con su fuerte posición en el mercado), era lógico que sus palabras se escuchasen con mayor atención. Pero es que BSH (como cualquier empresa) no es sino el resultado del trabajo de sus equipos. Y, en España, Longás (y otros directivos de altura que le acompañaron), los lideraba y estimulaba, por lo que fue corresponsable de ese éxito, que cada día por la mañana marca cero en el contador, y que cada día se conquista.

José Longás nos dejó ayer, tempranamente. Nos queda el recuerdo de una persona con una fuerte impronta humana, y que ha sido una referencia clara en el sector de electrodomésticos durante cuarenta años.

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