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Es la hora de especuladores y de «radio macuto». Los rumores circulan, y al final nadie sabe si tienen el menor fundamento. Salvo unos pocos, probablemente.

En la línea blanca internacional las cosas andan revueltas, y eso se presta a especular y hacer circular informaciones que no siempre son tales, sino rumores de «radio macuto» convertidos en comentario de presunta fuente privilegiada.

Nuestra misión no es, en principio, dar eco a los rumores y contribuir a elevar la confusión. Sin embargo, ustedes tienen derecho a saber lo que se está diciendo en algunos mentideros. Con la clara advertencia de que no le den excesivo pábulo.

Una cosa (insistimos, aunque ya lo hemos dicho otras veces en estas semanas últimas) son las noticias que, también en el plano de filtraciones, hemos recogido de manera muy anticipada a que ocurrieran los hechos. Fue el caso de la intención de abandonar Europa por parte de Whirlpool (que luego se tradujo en hechos, aunque primero nos acusaran de difundir «rumores de baja credibilidad»). O el de la aproximación de Midea a Electrolux, que luego se frustró pero cuyas conversaciones fueron confirmadas oficialmente después de que las hubiésemos anticipado en Market Visión.

Una cosa es eso, decíamos, y otra lo que les vamos a referir aquí. Algo que dejamos con serias advertencias de que es muy especulativo y sin apoyos contrastados, de momento. Parecido a la eventualidad de que el CEO anterior de Haier hubiese sido despedido, cuando la versión primera, y todavía reiterada el pasado viernes, es que anunció que se iba. Y que es la que creemos más verosímil.

Por cierto, ojo adónde se va. Sobre eso ya hicimos un ejercicio el 8 de marzo. Si tiene recorrido o no es algo que se verá pronto. No nos atrevemos a hacer apuestas.

miele fusiones

Gilles Morel, Whirlpool Europe: ¿una etapa acabada? Lo desmienten, pero...

En esa línea, solo cabe añadir que en Italia toma cuerpo la idea de que Gilles Morel, el presidente ejecutivo de Whirlpool Emea, se retira de la compañía. Si es así, nadie se sorprenderá. Acaba de recibir un bono sustancioso, y su trabajo en la colocación de los activos europeos de Whirlpool a una joint-venture liderada por Arçelik prácticamente ha concluido, con éxito además.

Aun así, todavía no es seguro. Los primeros rumores han sido desmentidos. Pero la sensación es que Gilles Morel no va seguir en Beko Europe, la empresa dominada por Arçelik (75% del capital) que recibirá los activos de Whirlpool.

La incógnita se desvelará muy pronto, a primeros o mediados de abril, cuando se comunicarán datos trimestrales de Whirlpool, se dará a conocer el traspaso de operaciones a Beko Europe y se ofrecerán más detalles.

BSH comprará Miele: el último rumor (pero muy endeble).

Pero, veamos, decíamos que otra cosa diferente es lo que vamos a referir aquí. ¿Y qué es? Pues que se está rumoreando la posibilidad de que Robert Bosch haga una maniobra sobre Miele, con lo que la incorporaría a BSH... o la mantendría separada pero dentro de su mismo accionariado. Es decir, incorporada de alguna manera a la órbita de Robert Bosch.

¿Qué sentido tiene esto? ¿Es verosímil?

Sí y no. Hace tiempo que se viene hablando de que «alguien» podría absorber a Miele. Hará unos cinco años, se mencionó que una firma asiática había incluso apalabrado una operación diferida, lo que no tenía mucho sentido, pero Market Visión llegó incluso a preguntarlo a Reinhard Zinkann, uno de los co-administradores de Miele, quien lo descartó con ostensible disgusto, en un desdeñoso gesto. Lo cierto es que hubo rumores, pero carentes de base.

Desde 2005 Miele no se ha desprendido de ninguna actividad. En aquel año lo que hizo fue vender su división de mueble de cocina a la suiza Arbonia.

Ciertamente, ahora los tiempos le resultan a Miele, como a muchos otros, algo difíciles. Las ventas le cayeron un 9% en valor el pasado año, y aunque eso no sería tan grave (viene a ser una resaca tras el récord histórico de ventas de 2022), ha emprendido un plan drástico que, como ya hemos informado, incluye trasladar toda la capacidad de producción de lavadoras a Polonia, lo que supone un golpe psicológico ya que la historia de Miele en el electrodoméstico comenzó con ese producto en la fábrica de Gütersloh, emplazamiento que ahora perderá dicha actividad.

Ahora bien, Bosch tampoco pasa por un momento holgado, y entre los ajustes que está planificando se incluye un recorte de plantilla en BSH, que afectará al 4% de sus efectivos laborales en el mundo.

En ese contexto ¿resulta verosímil que BSH se embarque en la aventura de comprar/absorber a Miele? En principio, no. En ese sentido sería más probable que algún asiático necesitado de cuota en el segmento alto del mercado europeo y sobrado de efectivo («cash») intentase la aproximación. Salvo que Robert Bosch quisiera taponar esa posibilidad, es decir, comprar Miele antes que lo haga otro.

Lo único cierto: jugadores atisbando oportunidades.

En fin, todo esto son, de nuevo, fantasías puramente especulativas. En este momento lo único que podemos recoger aquí es que la especie está comenzando a circular. No nos consta que tenga fundamento alguno.

De hecho, lo único cierto es que en el sector europeo de los grandes electrodomésticos hay varios actores calculando jugadas como en una partida de ajedrez, a la espera de que se presente alguna oportunidad que encaje en sus juegos de estrategia. Y que existe cierto nerviosismo. Y nada más. Por ahora.

© MARKET VISION


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