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Puesto que ahorrar energía es un objetivo estratégico, los Fondos Next Generation podrían pagar un Renove de Electrodomésticos.
La noticia no es nueva pues data ya de comienzos de febrero, justo cuando en Market Visión iniciábamos un laborioso esfuerzo de actualización del sitio web. Sin embargo, acaba de ser objeto de un refresco como noticia de agencias, como si se hubiera producido ahora mismo. Todo puede ser, ya que una cosa es anunciar que envías una carta, y otra ponerle sobre, sello y llevarla a un buzón o, si es certificada, a la oficina de correros.
El caso es que el presidente de la Federación de Comerciantes de Electrodomésticos, Fece, Diego Giménez Soldevilla, ha recibido el apoyo del presidente de Confemetal, José Miguel Guerrero, y ambos juntos han firmado y enviado a la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, una carta en la que le piden que dedique 50 millones de euros a un plan Renove-Sostenibilidad que ayude a sustituir parque viejo de electrodomésticos por nuevos aparatos con clasificación energética «A». La finalidad es ayudar a rebajar la factura de la luz utilizando nuevos electrodomésticos más eficientes y, por tanto, de menor consumo de energía. Explican que cambiar un frigorífico antiguo por otro nuevo y de clase A podría comportar un ahorro de 960 kWh/año, y un congelador ahorraría más de 890 kWh/año.
Ambas organizaciones, Fece y Confemetal, entienden que dicho plan ayudaría
- a las pymes del sector del metal,
- al pequeño comercio (rural y urbano),
- y a los consumidores y usuarios, estos cada vez más apretados por los recibos de la luz en un contexto de encarecimiento de las energías.
Al mismo tiempo, ayudaría al propio Gobierno a cumplir con sus compromisos de ahorro energético.
Por esto último, les parece lógico que los 50 millones de euros de dotación del plan puedan surgir de los fondos europeos Next Generation.
Debe añadirse que el importe de 50 millones es el que se ha quedado en la memoria del periodista, pero constituye la cifra baja de una horquilla propuesta, que va de 50 a 70 millones. Fece estima que, con esa cantidad, podría sustituirse en torno a 200.000 aparatos.
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