Una Comisión de la Competencia da su visto bueno, pero en un país al que la operación prácticamente no afecta.
Estas grandes maniobras de multinacionales tienen sus pequeñas derivaciones. En el caso de la absorción de las operaciones de línea blanca de Whirlpool en el área Emea, junto con las de Arçelik, por la sociedad Beko Europe, en la que Arçelik será ampliamente mayoritaria, no solo se requiere el aprobado de las autoridades de la competencia de la UE (ya concedido) sino el del Reino Unido (pendiente), pero también el de otros países afectados. Por ejemplo, el de Italia (otorgado pero con aviso de posible recurso al «Golden Power» (provisiones todavía no divulgadas, en materia de mantenimiento de fábricas y empleo), obviamente la propia Turquía... pero también otros mercados menores. Ayer se supo, por ejemplo, que la Comisión de la Competencia de Sudáfrica acaba de aprobar la operación. Sin embargo, y esto es curioso, aunque la transacción afecta a Whirlpool Emea, lo que incluye el Norte de África, Whirlpool South Africa no entra en la misma, permaneciendo bajo gestión directa del grupo estadounidense. De modo que el aprobado por parte de su «CompCom» parece casi innecesario.
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