Presenta una demanda por incumplimiento de contrato (15 años después de su firma.
En 2009 el Ayuntamiento de Mataró firmó con El Corte Inglés un contrato para la compraventa de un solar privilegiado, que hasta 2009 había ocupado parcialmente un edificio industrial, el de Can Fábregas, que tenía interés histórico. El Ayuntamiento prefirió no revisar la catalogación del inmueble, sino que lo desmontó para trasladarlo, pieza a pieza, a otro emplazamiento. El Corte Inglés podría edificar un centro para su actividad detallista, cuyas obras deberían haber comenzado como máximo en 2011. Pero no fue posible, al desatarse una fuerte polémica política, liderada por la formación CUP, de trayectoria muy reivindicativa en distintos planos.
En 2013, sin embargo, la CUP se avino a retirar una denuncia, y todos los grupos en el Ayuntamiento acordaron facilitar el proyecto de ECI. Dos asociaciones que también habían llevado el caso a tribunales se sumaron a esta decisión contemporizadora. Pero un colectivo agrario de entidad difusa mantuvo la suya.
El asunto pasó por tribunales, de primera instancia, el Superior de Justicia de Cataluña, y llegó al Supremo. Este declaró ilegal el desmontaje de Can Fábregas, así que debía re-montarse en el mismo sitio en que estaba.
Aunque no han comenzado los trabajos para cumplir la sentencia (y el solar permanece vacío), el Ayuntamiento cree que podría reconstruir Can Fábregas, cuyas instalaciones solo ocuparían un 5% del solar, y que quedaría un espacio suficiente para montar un centro de ECI, pero el grupo de grandes almacenes afirma que el proyecto es inviable si no dispone de la esquina que deseaba.
Ahora, El Corte Inglés ha demandado al Ayuntamiento por los perjuicios que le ha ocasionado la nulidad del contrato. Pide una indemnización de 24 millones de euros.
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