Las cifras de venta parecen confirmar una predilección clara en este momento de excepción.
Decimos en la noticia general del «sell-out» de la séptima semana del año que el comercio de bienes tecnológicos de consumo tiene que estar más que contento con lo que se vive en los dos meses de arranque del ejercicio (a falta de ver qué ha pasado en las dos semanas finales de febrero, por supuesto).
Pero quien más se debe alegrar de lo ocurrido en las dos semanas últimas es el comercio tradicional.
Antes habíamos hecho observar en Market Visión que el comercio online llevaba semanas sacándole ventaja al canal tradicional. Esa tendencia se ha invertido por completo en febrero.
En las semanas del 5 al 11, y del 12 al 18, las ventas online han caído respectivamente –6 y –7%.
Por el contrario, las del canal tradicional han aumentado +12 y ¡+38%!
De hecho, es este canal tradicional el que ha sostenido por si solo el crecimiento de dos dígitos altos de la semana última.
Tal parece como si, a la hora de renovar con urgencia el televisor para afrontar el desafío del punto final a la TDT de baja resolución, los usuarios hayan confiado más que nunca en la tienda de barrio, de proximidad, de toda la vida. Sin duda, algo han hecho mejor los comerciantes tradicionales. Y su recompensa ha sido aprovechar mejor que nade el tirón de la demanda.



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