El Gobierno ruso publica un decreto confiscando la filial del grupo alemán BSH y la entrega a una poderosa empresa estatal.
El viernes 3 de mayo se publicó en Rusia un decreto fechado el día anterior, jueves 2, por el que queda intervenida la filial en ese país de BSH Electrodomésticos. La supervisión de la misma ha sido encomendada a la poderosa gasista rusa Gazprom.
Las dos fábricas que BSH posee en San Petersburgo, dedicadas a la producción de lavadoras y de frigoríficos, permanecían cerradas desde marzo de 2022, tras la invasión rusa de parte de Ucrania, origen de una guerra que lleva más de dos años asolando el país, causando decenas de miles de muertos y más de seis millones de personas desplazadas. No obstante, BSH no despidió al personal, y mantenía la filial en un largo paréntesis.
La incautación por el Gobierno ruso ha provocado una queja formal. Es simultánea a otra decisión semejante que afecta a Ariston Thermo, filial de Ariston Holding NV, patrimonial con sede en Países Bajos de un grupo que en realidad es italiano.
Los Gobiernos alemán e italiano han expresado protestas y señalan que coordinarán acciones al respecto.
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