Y el año próximo, aunque positivo, se quedará sustancialmente por debajo de previsiones anteriores. Así lo explica un informe.
La actividad industrial del sector de electrodomésticos en Europa cerrará este año en negativo, con un dato de producción que será ligeramente peor que el de 2020 (año Covid) cuando, a pesar de que el segundo semestre arrojó notables crecimientos, el dato del T2 fue pésimo debido al cierre de fábricas por confinamientos durante el período más duro de la pandemia.
Estas cifras no proceden de la industria del electrodoméstico en sí misma sino del informe del T3 de Eurofer, la Asociación Europea del Acero. Puesto que esta entidad estima los consumos de sus mercados clientes, y dada la naturaleza del producto a que se refiere (acero), es evidente que la previsión se refiere a los grandes aparatos (línea blanca), que son los emplean mayoritariamente dicho material.
Reproducimos seguidamente los párrafos de dicho informe referidos al sector electrodomésticos, de forma prácticamente literal (negritas por Market Visión).
INFORME EUROFER SOBRE SECTOR ELECTRODOMÉSTICOS.
Actividad en el segundo trimestre de 2024.
En el segundo trimestre de 2024, las entregas de electrodomésticos registraron un comportamiento plano, después de caer –6,3% en el trimestre precedente [primero del año]. Estas cifras están en línea con la tendencia descendente observada desde el segundo trimestre de 2021, que marcó el final de una recuperación post-Covid mayor de lo esperado.
Se espera que esta tendencia negativa continúe, antes de revertirse, solo a partir del primer trimestre de 2025.
Previsión 2024-2025.
Las entregas del sector de electrodomésticos anotaron dos recesiones consecutivas en 2022 (–5,1%) y 2023 (–2,8%), y se espera que experimente una tercera recesión en 2024 (–2,2%, dato revisado en sentido de mejora desde una previsión anterior de –2,7%). Se espera que en 2025 tenga lugar una recuperación, aunque más discreta que lo que se pronosticaba inicialmente (+1,8%, en lugar de +6,2%).
Se espera un crecimiento en la producción solo a partir del primer trimestre de 2025, debido a una prolongada debilidad de los sectores manufactureros y de la suavizada previsión económica que ha seguido dificultando la actividad industrial e impactando la demanda del consumidor.
Sin embargo, algunos factores de apoyo compensarán en parte estos factores negativos, aportando algunos incentivos al crecimiento. El teletrabajo seguirá practicándose de manera amplia en toda la UE en los próximos años, aunque con un alcance mucho menor que durante la pandemia. En el largo plazo, desarrollos vinculados a la llamada «internet de las cosas» (aplicaciones inteligentes que permiten la conexión de los electrodomésticos del hogar y otros dispositivos) podrían beneficiar también al sector, aunque no es probable que su impacto sea visible antes de 2025.
Tendencias anteriores.
El teletrabajo generalizado en la UE impulsó la demanda de electrodomésticos y otros bienes relacionados durante la segunda mitad de 2020 y la primera de 2021, pero el "ciclo sectorial" se suavizó considerablemente después de eso. Esto se debió a múltiples factores negativos, como el regreso gradual a las oficinas después de la pandemia, los problemas en la cadena de suministro, el aumento de los costos de la energía, la guerra en Ucrania y el deterioro de las perspectivas industriales de la UE que se ha observado desde la primera mitad de 2023.
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