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El grupo turco Arçelik no quiere incurrir en errores como los de Fagor o Whirlpool.

A finales de octubre dimos cuenta de la convocatoria enviada a representantes de empresa, sindicatos y autoridades locales para que Beko explicase sus planes industriales en Italia, en sede del Ministerio de Empresas y del Made in Italy, del Gobierno italiano. La cita era para ayer, 7 de noviembre, y ya se ha conocido lo tratado en la misma.

Lo expuesto ha dejado «helados» —se informa en Italia— a los representantes de los trabajadores, aunque reconocen que ya se veía venir.

Beko Europe ha confirmado que tiene bajo revisión y estudia cerrar activos en los sectores de frío y lavado, dentro de su plan de eliminación de redundancias tras la absorción del negocio de Whirlpool en Europa.

Poco menos de la cuarta parte del empleo regular de Beko Europe en Italia (sin contar empleos temporales) podría verse amenazada: un millar de puestos de trabajo, sobre el total de 4.400 que conforman laos efectivos laborales de Beko Europe en el país.

Beko no ha presentado al Ministerio un plan concreto, pero ha expuesto la situación económica de los centros de trabajo, indicando que frío y lavado arrojan pérdidas, y requieren una revisión a fondo, con la posibilidad de tener que cerrar tres fábricas en el país. Concretamente, las de Cassinetta di Briandronno, Siena y Comunanza.

La primera (Cassinetta), en la provincia de Varese, es una localización histórica del grupo Whirlpool, que tuvo su sede europea en Varese, antes sede también de Philips línea blanca y, todavía antes, de la italiana Ignis, que además asoció su nombre a la zona geográfica al patrocinar, entre 1970 y 1975, al entonces célebre equipo de baloncesto «Ignis de Varese», oficialmente Pallacanestro Varese.

Lo cierto es que la fábrica de Cassinetta emplea ella sola a más de 2.000 personas, de las cuales unos 800 lo hacen en el centro de producción de frigoríficos, y el resto en hornos y microondas, todo ello de encastre. En Siena (300 empleados) se fabrican congeladores horizontales, producto en largo declive que tuvo cierta recuperación de ventas en el tiempo de la Covid19. Por último, en Comunanza, unos 330 trabajadores fabrican lavadoras y lavasecadoras; esta fábrica, heredada de Indesit Company, es redundante con otra que Beko Europe posee en Rumanía, mucho más moderna (inaugurada en 2019) y situada en un país de bajos costes salariales.

Tras la reunión de ayer, los sindicatos concluyen que está preparándose un plan de retirada de Italia, que solo dejaría en el país una línea de cocción en Cassinnetta y otra en Melano, más un centro de repuestos en Carinaro. Dese Market Visión ignoramos cómo es posible que, con esa proporción de actividades a cerrar y en permanencia, la plantilla solo se contraiga en un cuarto, ya que no resulta verosímil que la mitad del empleo total actual corresponda solo a actividades comerciales y administrativas. Pero esos son los datos que se manejan.

Los representantes laborales reconocen que las fábricas italianas están trabajando a menos del 40% de su capacidad, debido a una pérdida de mercado fruto de la agresiva competencia de producto asiático, pero reclaman una actuación en sentido contrario: aumentar inversiones para lograr mayor competitividad y evitar así el cierre de fábricas. En la misma línea se ha manifestado en ministro Adolfo Urso, quien ha invitado a Beko Europe a presentar un plan de inversiones, en lugar de un plan de cierres.

De todos modos, parece poco probable una alternativa de inversiones, aunque quizá se estudie mitigar el impacto de las desinversiones. El grupo turco Arçelik, al que pertenece mayoritariamente Beko Europe, ya advirtió cuando acordó la fusión-absorción de Whirlpool Emea que preveía sinergias por reducción de duplicidades. En un informe del 30 de julio indicó que sobrarían 2.000 empleos. Por ahora ya ha cerrado dos fábricas en Polonia y una en Reino Unido. Y a esto podría seguir el cierre de tres centros de producción en Italia.

Permítannos adoptar nuestro propio lenguaje, en Market Visión, para señalar que Arçelik-Beko no piensa incurrir en errores como el que cometió Fagor al comprar Brandt, o la propia Whirlpool al adquirir Indesit. Hay absorciones que parecen una expresión de éxito cuando se acometen, pero que a corto o medio plazo llevan al adquirente a la ruina. Arçelik no quiere que eso suceda con Beko Europe. Y eso tiene un coste inmediato de supresión de redundancias. Algunos no pueden (por carencia de recursos) o no saben (por falta de voluntad, de coraje o de capacidad de negociación) acometer esa tarea. Pero no hacerlo les conduce al desastre. Está por ver cómo finaliza la operación Beko Europe, pero de momento no le tiembla la mano.

© MARKET VISION


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