La primera tienda «lighthouse» en España le ha supuesto a MediaMarkt un «matrimonio canónico».

Para que el dueño del centro comercial aceptase ampliarlo, ha firmado un compromiso a largo plazo.

En relación con las noticias que proceden de gacetillas o de recopilaciones de gente no versada en información, hay que tener siempre un poco de cuidado.

Si uno hace caso estricto a lo que se ha informado estos días sobre una inversión de la «socimi» (Sociedad Anónima Cotizada de Inversión en el Mercado Inmobiliario) Ores, resultaría que MediaMarkt acaba de abrir en este primer trimestre su primera tienda de formato «lighthouse» en España. Pero usted trabaja dentro del sector electro y sabe bien que esa tienda, situada en el Millenium Retail Park de Majadahonda (Madrid), comenzó a operar el pasado 30 de septiembre, es decir, hace más de siete meses. Así que la noticia ha llegado a algunos medios con algo de retraso, ¿no creen?

Sin embargo, alguna cosa interesante se puede averiguar, todavía a estas alturas. Por ejemplo, lo que ha costado a Ores preparar el lugar para que MediaMarkt abriese su primera Techvillage en España.

Ores, participada por Bankinter y Sonae Sierra (sí, del grupo portugués Sonae, propietario de Worten), compró el parque comercial de Majadahonda en 2018, por 31 millones de euros. En aquel entonces, la superficie comercial bruta alquilable era de 11.353 m2. Uno de sus inquilinos era MediaMarkt. Este aspiraba a abrir una tienda de gran tamaño del nuevo formato «lighthouse», que opera al modo de un «marketplace» físico. Y pensó en transformar su establecimiento de Majadahonda, pero necesitaba un local mayor.

Ores aceptó el reto de ampliar la construcción, lo que le supuso invertir 7,7 millones de euros. Pero exigió una contrapartida: que MediaMarkt firmase un contrato de alquiler a largo plazo. Y así lo hizo la cadena alemana.

En virtud del mismo, MediaMarkt se compromete a permanecer en Millenium Retail Park por lo menos hasta 2047. Si tenemos en cuenta que se firmó el año pasado, el plazo de compromiso es de 25 años. Todo un cuarto de siglo, algo que en el cambiante escenario del «retail» es casi como un matrimonio canónico, es decir, hasta que la muerte nos separe.