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La vasta mayoría de la producción de estos equipos de climatización se exportará a otros países.

Una cosa es un acondicionador de aire, y otra un acondicionador inteligente (de aire). Según un comunicado de la Junta de Inversiones de Tailandia (y ahora explicaremos por qué nos vamos a dicho país del Pacífico para hablar de esto), «los aires acondicionados inteligentes cuentan con sistemas operativos integrados y componentes electrónicos que pueden detectar y recibir información y pueden controlarse de forma remota a través de teléfonos móviles».

Bueno, ya nos hemos acostumbrado a confundir la máquina con su resultado o producto: es decir que designamos al acondicionador con el nombre de lo que sale por sus difusores, el aire. Y no solo en España.

La filial tailandesa de Haier Appliance Manufacture invertirá 400 millones de dólares en la provincia de Chonburi, obviamente en Tailandia, para montar una fábrica con capacidad para obtener anualmente 3 millones de acondicionadores split inteligentes, y otros 3 millones de acondicionadores inteligentes de naturaleza no especificada. O sea, 6 millones de acondicionadores inteligentes al año. El 85% de la producción se dirigirá a mercados exteriores.

La inversión, que incluye el precio de los terrenos y el «working capital», se canaliza a través de una filial de Haier en Singapur.

La Junta de Inversiones del país ha autorizado la operación y subraya que en el último año ha hecho lo mismo con otros proyectos relacionados con la fabricación de electrodomésticos y piezas, de empresas como Samsung, Midea, Inventec y Sony.

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