La empresa destaca su contribución al PIB, al empleo, y a los pagos fiscales en el país.
Las actividades del especialista en comercio electrónico Amazon, en España, siguen creciendo. Pero no aceleradamente. Las cuentas de 2022 no son públicas todavía, pero la compañía ha publicado en su «blog» una nota en la que da cuenta de que en España ingresó unos 6.400 millones de euros brutos, lo que supone un crecimiento del 7%. Son cinco puntos menos que el año anterior, en que había crecido un 12%. Téngase en cuenta que los dos ejercicios de pandemia (2020 y 2021) fueron completamente atípicos, muy favorables a las ventas online.
Son cifras del total de actividades, desde el comercio electrónico en sentido estricto hasta los servicios informáticos en la nube que presta Amazon Web Services.
La compañía también informa que invirtió más de 3.700 millones de euros, por lo que (subraya) reinvirtió más de la mitad de los ingresos generados. Keystone Strategy estima que las inversiones de Amazon en España han aportado, en los últimos doce años, más de 11.000 millones de euros al PIB del país.
Su contribución fiscal total (impuestos directos e indirectos) fue de 931 millones de euros.
En realidad, eso significa que pagó a la Administración 317 millones de euros en contribución a la Seguridad Social, impuestos sobre nóminas, impuesto de sociedades, impuestos por adquisición de terrenos y construcciones, impuestos sobre servicios digitales, y derechos de importación (aranceles).
Los 614 millones de euros adicionales son impuestos indirectos, de los que básicamente Amazon es recaudador y no contribuyente (como sucede con cualquier empresa, por supuesto), desde retenciones a empleados por IRPF hasta IVA en ventas propias o de terceros (marketplace).
Amazon llegó a España en 2011. A finales de 2022 empleaba a más de 22.000 personas en el país, y espera alcanzar, antes de 2025, la cifra de 25.000 empleados fijos.
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