Un hito histórico: en Corea del Sur se declara una huelga en Samsung.

La conflictividad laboral, que no tiene precedente histórico, podría seguir viva en las próximas semanas (in crescendo).

Hasta hace cuatro años, Samsung impedía a sus trabajadores (en su país, Cora del Sur) afiliarse a sindicatos o, al menos, operar a través de ellos. En 2020 esa práctica cambió. Y, cuatro años después, un sindicato, NSEU, está protagonizando un duro enfrentamiento con la Dirección, que constituye todo un hito histórico.

Desde comienzos de año, sindicatos y gerencia negocian condiciones laborales y salario, sin que hayan logrado aproximar posiciones. A comienzos de junio, NSEU invitó a sus afiliados a solicitar la misma fecha para todos como inicio de vacaciones. No sabemos en qué ha finalizado eso, pero la iniciativa estaba llamada a provocar un caos administrativo. Ahora, esta semana más de 6.500 trabajadores se han declarado en huelga durante tres días. Cosa que no tiene precedentes.

Pero el sindicato anuncia que, si la Dirección no se aviene a razones y acepta sus demandas, la semana próxima convocará una huelga de cinco días. Y así sucesivamente.

De momento, la empresa afirma que los paros apenas tienen repercusión. El negocio clave actualmente es el de semiconductores, y la producción de chips está altamente automatizada.