Se juzga a dos miembros de la que fue denominada «Banda del BMW 3.0»
La Banda del BMW fue considerada en su día «terriblemente peligrosa». Especializada en robos en grandes tiendas y entidades bancarias, operaba en Castilla y León, Galicia, Madrid, pero no desdeñaban actuar en otras zonas, y tampoco se limitaban a los robos ordinarios, pues ensayaron el secuestro exprés de un empresario, aunque con escasa fortuna.
Fue una banda de composición variable, que acabó desgajándose en varias células, y que en todo caso utilizaba a delincuentes distintos dependiendo de la operación, a los que llamaban al efecto según necesitasen conductores, desactivadores de alarmas, especialistas en butrones o en alunizajes, o lo que fuese.
Una célula se especializó en el robo de vehículos en Madrid, para vender a una red de tráfico ilícito de automóviles: les bastaban dos minutos para acceder al ordenador del vehículo, obtener un duplicado de la llave a partir de una llave maestra, y escapar con el automóvil.
Desde luego, los que nos interesan son los que robaban en tiendas de electrónica. Uno de los atracos más llamativos fue el que perpetraron en noviembre de 2016 en el MediaMarkt del centro comercial Zaratán de Valladolid, con un botín valorado en 400.000 euros.
En mayo de 2017 la policía informó de una magna operación por la que fueron detenidas 59 personas, justo cuando planificaban dos robos en un centro comercial y en una sala de juegos de la Comunidad de Castilla y León.
Hasta entonces la banda acumulaba al menos 126 robos, con un botín superior a los 20 millones de euros.
Aunque entonces se dio por desarticulada, la banda renació y fueron necesarias al menos dos operaciones más. La tercera vez fue en mayo de 2020, con la organización dirigida por un hermano del cabecilla de la primera, que por entonces cumplía cerca de diez años de condena por tentativa de homicidio. No obstante, uno de los cabecillas de esta, Rafael Escudero, así como Daniel Ruiz, no fueron detenidos hasta después de haber robado el Media Markt de Zamora en el verano de 2021. Dirigían lo que periodísticamente se denominó «la banda del BMW 3.0».
Estos días se celebra juicio, con petición de siete años de cárcel para cada uno por el robo de vehículos y de objetos electrónicos por valor de 76.000 euros.
Como curiosidad, la banda del BMW acabó siendo la banda del Seat León o del Citroën C3. Digamos que fue un modo de adaptarse a tiempos de mayor «humildad».
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