Prepárense para una futura prohibición de las encimeras a gas.

Y no solo encimeras: todo lo que funcione con gas natural. Para combatir el calentamiento global.

Últimamente se ha hablado del riesgo de los aparatos a gas, pero en relación con una presunta amenaza para la salud. Y es que en EEUU algún estudio ha sugerido que uno de cada ocho casos de asma infantil estaría relacionado con el gas de las cocinas.

Pero la prohibición de que hablamos tiene que ver con un tema de discusión más antiguo: el del calentamiento global. La disposición es un caso mínimo, de pequeño territorio. Pero en este tiempo en que todos los gobernantes parecen tener prisa por legislar mucho (España es un caso evidente), no crean que las Administraciones progresistas van a dudar mucho en impulsar este tipo de medidas.

En efecto, el ejemplo es pequeño, pero muy elocuente. En una municipalidad del distrito, provincia o estado francófono de Quebec (como quieran llamarlo, siendo Canadá un país federal), se ha acordado ya a comienzos de este mes de abril redactar un edicto municipal que prohíba la instalación de electrodomésticos y sistemas de calefacción a gas natural. Concretamente, así ha ocurrido en Laval, una población de 430.000 habitantes a las afueras de Montreal. De momento no se impedirá el uso de los aparatos que ya estén instalados, pero ese será el siguiente paso, ya previsto.

Como dice el refrán, «cuando veas las barbas de tu vecino pelar...»