El impacto de la gran riada de comienzos de julio fue mayor de lo que se temía.
Aprovechamos esta interrupción momentánea del «período vacacional informativo», para añadir una noticia de orden industrial.
El pasado 10 de julio informábamos en Market Visión del impacto que la tromba de agua del día 6 en Zaragoza tuvo sobre las instalaciones de BSH en La Cartuja, al Sureste de la ciudad. Como se recordará, las precipitaciones fueron cuantiosas y concentradas en muy poco tiempo: más de 50 litros por metro cuadrado en menos de una hora, con puntas de 20 litros en diez minutos, según zonas y momento. Las riadas fueron espectaculares y provocaron alarma y pánico entre quienes las padecieron.
En La Cartuja, BSH cuenta con una fábrica de lavadoras en las que de pronto entró agua hasta una altura de más de un metro. Ya dijimos entonces que los días siguientes se dedicaron a limpiar de agua y barro. El daño ha sido superior a lo que se temía.
El día 18 se puso en marcha la tramitación de un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) de fuerza mayor, que ya ha sido aprobado y que podrá estar vigente hasta diciembre. Los términos han sido negociados con la plantilla. La duración del paro no será necesariamente de ese tiempo, sino hasta que sea posible volver a trabajar.
Es poco probable que las tareas de limpieza y acondicionamiento de las máquinas y de la electrónica de la nave puedan finalizar antes del 18 de septiembre, y entonces solo de modo parcial. Para ese momento se estima que tal vez pueda reiniciarse la producción de lavadoras de 10 kilos y 600 revoluciones, primera que se restablecerá.
Antes de la riada, La Cartuja producía unas 800 lavadoras por turno de trabajo, y se estaba trabajando a tres diarios, por lo que salían unas 2.400 unidades al día.
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