La estadística arroja su primera noticia positiva desde hace 24 meses.
Desde diciembre de 2022, la línea blanca no había registrado cifras de acumulado mensual positivas en valor. Si hablamos de volúmenes (unidades), hay que remontarse a diciembre de 2021 para ver un último mes de crecimiento acumulado positivo en las estadísticas de Applia. Que son, como se sabe, de entregas de grandes electrodomésticos al canal («sell-in»).
Obsérvese que eso no significa que no haya habido meses positivos por en medio, pero sí que el total del acumulado desde enero hasta el mes en cuestión ha sido siempre negativo en todo ese largo período.
Como el lector de Market Visión ya sabe, en el mes de septiembre (por primera vez, como decimos, en los últimos 35 meses), el acumulado en unidades fue positivo, con un crecimiento de +0,54%. En realidad, mes a mes ya había sido positivo en meses anteriores, por lo que, a partir de abril, el descenso del acumulado iba siendo cada vez menor, hasta que en septiembre arrojó ese dato positivo. Cifra que, en el mes de noviembre, ha mejorado todavía más: +2,12%.
Por lo que respecta al dato en valor, en septiembre todavía era negativo en varias décimas (–0,36%). Y, por fin, en octubre se ha colocado en números negros, con +1,23%.
Por tanto, muy buenas noticias para la industria de línea blanca, y para el comercio de electrodomésticos en cuyo negocio tenga un peso destacado el gran electrodoméstico.

Como contrapartida, en lo que llevamos de año se ha producido un deterioro del precio medio. En cierto modo era de esperar después de un largo período de inflación. Pero los protagonistas del sector creen que se ha producido una reorientación del consumidor hacia modelos de gama inferior... o hacia marcas que, ofreciendo un producto equivalente, llegan al mercado con precios más bajos, ya sea en razón de los menores costes en origen, ya a causa de una política de «compra de cuota» a costa de márgenes.
Ese descenso de precios medios se deduce del hecho de que las ventas en volumen se han comportado mejor (han decrecido menos, o han crecido más) que las ventas en valor.
En un gráfico puede verse ese diferencial entre valor y unidades. En el primer trimestre, el acumulado llevaba menor descenso en valor que en unidades. A partir de abril se registra lo contrario. Aunque debe decirse que en los cuatro últimos meses, el diferencial en el acumulado permanece plano, es decir que no empeora, manteniéndose siempre en torno a 0,9 puntos mejor para unidades que para valor.

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