El desencanto de los inversores fue pequeño y duró muy poco (nada que ver con el subidón de abril.
Un dato interesante es el de la evolución del precio de las acciones de Electrolux, en paralelo con las noticias sobre un interés (o la pérdida del mismo) por parte de la china Midea, que pensó en lanzar una Opa amistosa sobre la compañía sueca de grandes electrodomésticos.
Después de una pequeña remontada en diciembre, la cotización había venido bajando desde las 161,26 coronas suecas el 16 de enero, hasta las 115 el 17 de marzo. Había recuperado algo de fuelle, hasta las 133,8, cuando saltó la primera filtración sobre conversaciones entre Midea y Electrolux. En solo dos días de abril saltó de las 133,8 hasta las 173,7 coronas.
Después la cotización volvió a una senda descendente. El 21 de junio estaba en 144,3 coronas. Al día siguiente, 22, justo cuando se supo que Midea desestimaba la posibilidad de lanzar esa Opa, la cotización bajó a 138,25. No obstante, un día más tarde regresaba al nivel de dos días antes.
Como se dice en términos bursátiles, el mercado ya había «descontado» la noticia, después de que se fueran desgranando las objeciones a la misma del mayor propietario individual de acciones y de derechos de voto, el holding Investor AB.
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