En cuatro años se ha desinflado el sueño expansivo, al menos en un producto.
Hay cosas que sorprenden, no por las circunstancias de contexto sino por cuánto han cambiado el enfoque de las empresas en un corto plazo. Hace pocos años, Haier estaba en una actitud tremendamente expansiva en Europa. Les pondremos algunos titulares de Market Visión:
- Haier mantiene sus ambiciones en Europa, y con más medios industriales (septiembre 2020).
- El Estado paga la mitad de la fábrica que Haier abrirá en unos meses en Rumania (octubre 2020).
- En junio Haier podría comenzar la producción de frigoríficos en Rumania (febrero 2021).
- Entra en operación la nueva fábrica rumana de Haier, para Europa (diciembre 2021).
- Haier seguirá invirtiendo en sus fábricas de línea blanca para Europa(enero 2023).
Pues bien, el último titular de esa serie, al menos en lo que se refiere a Rumanía, es el siguiente:
- Haier despedirá al 40% de su plantilla en la fábrica de Rumanía.
No han pasado décadas. Ni siquiera llegamos a cuatro años. Resulta que las previsiones de Haier fueron, al menos en lo que respecta a frigoríficos, demasiado optimistas.
La fábrica de Haier construida en Rumanía e inaugurada en 2021 debía alimentar el crecimiento del grupo chino, con sus distintas marcas (Candy, Hoover y otras), en el mercado europeo de frigoríficos. El proyecto se lanzó en el año de la pandemia de Covid-19 y se concluyó a finales del año siguiente. Invirtió 70 millones de euros, aunque un 35% fue aportado por el Estado mediante una subvención (así se ha mencionado ahora, aunque entonces se dijo, en efecto, que sería la mitad... claro que entonces se pensaba que la inversión no superaría los 53 millones).
La capacidad actual de la fábrica es de un millón de frigoríficos al año. La plantilla inicial fue de 700 trabajadores, pero actualmente ascendía a un millar. La planta, en el polígono industrial Allianso en Ariceştii Rahtivani, cerca de Ploiesti, ocupa una superficie de 63.000 m2.
Ahora resulta que el efecto post-pandemia ha provocado una contracción de la demanda (así lo hemos visto por doquier, ciertamente, a modo de resaca), y, además, estamos viendo «una crisis reciente en Europa y a nivel mundial», que provoca un desajuste entre la demanda de electrodomésticos y la oferta. Eso explica que la capacidad de producción de la planta de frigoríficos de Haier en Rumania sea hoy excesiva para las ventas que el grupo chino puede hacer en este mercado. Así que ha resuelto despedir de una tacada a 400 empleados. Acaba de anunciarlo en Rumanía, causando el comprensible impacto moral en la zona afectada.
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