El líder en bricolaje modera su crecimiento, pero sigue en dos dígitos.

Aumenta el peso de la venta remota, telefónica y (sobre todo) online.

Subir facturación en un 43% en dos años es realmente admirable, aumentándola en 1.000 millones de euros hasta alcanzar los 3.328 en 2022. Todo hay que decirlo, el gran estirón se concentró en 2021, probablemente en parte fruto de los reacondicionamientos, las reformas y mejoras en viviendas que desató la resaca de la pandemia y los confinamientos. Pero el año pasado también creció dos dígitos, un 14,4%.

Estamos hablando de Leroy Merlin, la cadena de tiendas de bricolaje, productos para jardinería y para construcción, que, como se sabe, también vende electrodomésticos, sobre todo en el sector de confort (agua caliente, clima). Son ventas en España, donde cuenta ya con 133 establecimientos.

Su cuota de mercado asciende a un 20%.

Lo que más le ha crecido en el último año es la venta a distancia, que, con casi 267 millones, pesa un 8% sobre el total. En efecto, esa venta, que incluye venta telefónica y online ha aumentado un 44,4%. Dentro de ello, el ecommerce le ha crecido un 62%, sobre todo por el lanzamiento del marketplace. La venta online le aporta 207 millones de euros.

Por otro lado, la compañía, muy centrada en el cliente de bricolaje en sus inicios, está creciendo hacia el mercado profesional, que supone un 10% de la venta. Instaladores de cocinas, baños y suelos son un mercado en alza para la cadena.