Aviso de seguridad en Norteamérica, para más de 50.000 televisores.
Es sorprendente, pero LG ha lanzado un «recall» (aviso de retirada) para unos televisores comercializados en Norteamérica (EEUU, Méjico), entre marzo y septiembre del año pasado, no porque no funcionen correctamente, sino porque hay un problema de sujeción de la peana... y porque los aparatos pesan demasiado.
Lo recogemos por esa razón, es decir porque es llamativo, pero el problema no se ha planteado en Europa. No es que LG no comercialice en España modelos de 86 pulgadas. Samsung vende modelos de 85 y LG de 86 pulgadas en las tiendas españolas. Son aparatos ultragrandes, pues lo que más se vende son modelos de 40 a 60 pulgadas. Entre los cuatro modelos afectados en EEUU figura el 86UQ8000AUB; que probablemente tiene correspondencia con el 86UQ80006LB que se vende en España (quizá con otras declinaciones finales de letras, pues una modificación es habitual para que el consumidor no pueda comparar modelos equivalentes en distintas cadenas de tiendas).
Estos aparatos tan grandes suelen reposar sobre dos pares de patitas que, ciertamente, a veces parecen demasiado endebles para televisores que pesan 46 kilos. LG sostiene que, si se utilizan los tornillos suministrados, y se atornillan bien, no debe haber problemas. Tampoco, si se instalan con soporte de pared. Pero la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de Estados Unidos ha tenido conocimiento de una docena de casos en que estos modelos se han caído. No ha habido daños personales, pero se advierte un riesgo de aplastamiento de adultos y, sobre todo, niños, con posibilidad de consecuencias graves.
LG ha vendido más de 50.000 televisores con esas características en Norteamérica.
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