Es un error —dicen en Valira— relacionar la viabilidad con la deslocalización.
Energiza hablar con un francés que se siente más español que los españoles, y que nos auto-recrimina la tendencia a crear estereotipos. Le pregunto a Enric Didier, director general de Comercial Valira, y co-propietario tras un management buyout, por el concurso de acreedores y la reestructuración de personal.
En realidad ya en julio del año pasado publicamos que la firma salía de ese trance con un convenio y la aprobación de un plan de viabilidad, y sigue adelante con más bríos que nunca.
Impresionado por el caso reciente de Esmaltaciones San Ignacio (liquidada en España, continuando la marca a partir de una fabricación en Marruecos), le menciono la tendencia a producir fuera, y es ahí donde me hace ver que tendemos a relacionar cualquier plan de viabilidad con la deslocalización. Craso error. Valira conserva la producción de las piezas de menaje de aluminio en su planta de España (Reus). Utiliza además el procedimiento de fabricación por inyección, y no embutición, porque esta última produce stress sobre la pieza y no asegura su durabilidad (p.e., los fondos se alabean, y se hace imposible dejar plana la sartén sobre la placa de cocción; con una sartén fabricada por inyección, la pieza nunca bailará en la encimera). Y lo hace además fundiendo lotes de aluminio de origen controlado. Le enorgullece, por otro lado, que en el último del cocinero Ferrán Adrià «La Cocina de la Familia», aparezca una fotografía con una sartén de Valira: «para hacer una buena tortilla, hace falta una sartén que garantice la misma temperatura en cada punto de la base».
[Publicado en MARKET VISION Suplemento 197 — marzo 2012 ].©