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Cada vez hay más incidentes por las baterías de dispositivos móviles, en parte por culpa de una mala práctica... o de una manipulación por el usuario.

Recientemente hemos informado que la causa del incendio que mató a cuatro personas el pasado domingo en Guillena, una población de Sevilla, fue un smartphone que estalló, mientras se recargaba, sobre un sofá al que prendió fuego. Y con ese motivo llamábamos la atención sobre la relativa abundancia de casos de «explosiones» o incendios de baterías eléctricas, tanto de teléfonos móviles como de patinetes eléctricos.

Desde que se conoció el caso de Sevilla, estos días han proliferado artículos de prensa y consejos de espontáneos recomendando tomar precauciones para que la recarga de una batería no cause siniestros. Por ejemplo, que no se deje cargando un móvil toda la noche, o que, sencillamente, no se deje inatendido el proceso a cualquier hora, vigilando que no se recaliente el dispositivo o el cargador. Sin embargo, estas recomendaciones no valen, por ejemplo, para patinetes eléctricos que han ardido en vehículos de transporte público, cuando se estaban recargando.

Estos días, bomberos de Madrid han indicado que a menudo los problemas surgen cuando se utilizan cargadores de origen incierto, que no cumplen normativas, o bien dispositivos que han sido manipulados. Eso ocurre con más frecuencia en los vehículos personales eléctricos (bicicletas, patinetes), cuyos usuarios quieren más potencia y velocidad. Dichas manipulaciones son especialmente demandantes sobré las baterías.

En cuanto al potencial de peligrosidad de las baterías de estos vehículos, los bomberos mencionan un caso ocurrido en una vivienda del distrito de San Blas, en Madrid, en el que el estallido de la batería derribó un muro.

El servicio de emergencias de Madrid atiende cada mes varios avisos de accidentes por problemas en baterías de móviles, tabletas, bicicletas y patinetes. Los bomberos afirman que se dice que la probabilidad de explosión de una batería es de una sobre 10 millones. Pero el caso es que cada vez compramos más dispositivos con batería recargable, y que los tenemos en casa, por lo que el número de incidentes en la vivienda es cada vez mayor.

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