Si National Geographic puede, tú también puedes... con su misma cámara.
La cámara GoPro se distingue por su ligereza, compacidad, robustez y, no menos importante, calidad de imagen. Es una cámara de óptica fija, lo que es más que decir que no es de objetivo intercambiable: tiene un objetivo asférico ultranítido de seis elementos no enfocable, de apertura fija f/2.8, y campo de visión gran angular, que obtiene unas imágenes hasta hace poco increíbles para este tipo de ópticas.
Su capacidad para la toma de instantáneas en serie de baja frecuencia permite montar películas «timelapse» (lapso de tiempo) espectaculares, para mostrar la grandiosidad de un paisaje con el cambio de iluminación por el movimiento del sol, o el viaje de las nubes.
Algunos aficionados han utilizado un anillo de cámaras GoPro para experimentar con la animación de imágenes simultáneas de múltiple ángulo (eso que algunos llaman «efecto Matrix», porque en la película de ese título la cámara aparentaba viajar alrededor del sujeto en una imagen temporalmente congelada). Y National Geographic y otros documentalistas la utilizan para tomas especiales, por ejemplo sujetas a un collar de una leona, con lo que podemos ver su comportamiento en la sabana cuando va de caza o cuando retoza con los cachorros.
No es extraño que sean utilizadas para estos cometidos, por los atributos ya mencionados de ligereza y versatilidad. Pero lo más importante es que las imágenes obtenidas son susceptibles de edición dentro de documentales de alta calidad. Utilizando los modos de grabación correctos, el modelo adecuado, y las técnicas de edición precisas, no hay gran diferencia entre un documental maravilloso que pueda verse en televisión o cine, y lo que pueda hacer usted mismo, como ese aficionado que colgó en Youtube un vídeo del vuelo de un ave amaestrada sobre el glaciar Mer de Glace en los alrededores de Chamonix, cerca del Mont Blanc: el glaciar «a vista de pájaro».
[Publicado en MARKET VISION Suplemento 209 — abril 2014 ].©