La marca que creó la categoría de producto.
Hace dos años, este periodista entrevistaba a un directivo de una casa de electrónica de consumo que trabaja también en fotografía digital, y al pedirle una semblanza de dicho mercado en particular me confesaba que era por un lado una zona de guerra y, por otro, un territorio cada vez más devastado. La duda no era tanto si alguien saldría victorioso, sino qué pastel iba a encontrarse a medio plazo el ganador.
En fotografía en sentido estricto, las únicas cámaras que todavía crecían eran las réflex (ya no es así, ver un anexo a este artículo sobre el mercado español de fotografía en 2013), expandiendo el segmento alto. Las compactas estaban sufriendo la agresión de los teléfonos móviles, que son más compactos en sí mismos, y permiten hacer fotos en el acto, e incluso compartirlas sin dilación. Si nos íbamos al mundo de las videocámaras, la situación apuntaba todavía a un futuro peor: ya sufrieron la competencia de las cámaras digitales, que permiten grabar vídeo con una buena calidad: ¿para qué comprar dos dispositivos, cuando uno de ellos te lo proporciona todo? Para colmo, también los teléfonos móviles graban vídeo. Así que sufrían un ataque por dos flancos.
Quedaban, apunté yo, las cámaras de acción, que estaban subiendo ya por entonces.
—¿De qué cámaras me hablas? ¿De las GoPro?
Apareció ahí con contundencia la identificación de una marca con una categoría de producto (o viceversa, de una categoría con una marca). Y fíjense que eso es exactamente lo que ha ocurrido. Hay más modelos y más marcas compitiendo en el segmento, pero GoPro creó la categoría y es la referencia.
Ciertamente, existieron en el pasado (y existen) cámaras fotográficas y videocámaras preparadas para la vida «outdoor», como ahora denominan los especialistas a esas actividades al aire libre de deporte activo; así como para la operación subacuática, con sus carcasas de estanqueidad correspondientes. Pero faltaba una cámara concebida desde el momento de su mismo desarrollo, en sí y antes de pensar en carcasas externas, para la actividad deportiva, incluso extrema, y para una máxima libertad de movimientos.
Y, sin embargo, la GoPro nació desde una concepción inversa: primero fue el accesorio, después la cámara.
[Publicado en MARKET VISION Suplemento 209 — abril 2014 ].©