Una carta anuncia a la Diputación Foral y a los trabajadores que el grupo cierra la planta de Esquíroz.
Aunque precedida por varias reuniones de dirección y comité de empresa, cuyo contenido no había trascendido, la noticia saltó ayer de forma inesperada. El Gobierno de Navarra comunicó a los medios que ha recibido de BSH Electrodomésticos España una carta en la que le notifica que el grupo ha acordado el cierre de su planta de producción situada en Esquíroz, y que abrirá un período de consultas durante medio año. El Gobierno de Navarra dice que carece de detalles sobre en qué se concretan esas consultas (aunque es de suponer que se referirán al modo de garantizar una transición no traumática para unos 660 trabajadores).
Se desprende del comunicado que la empresa seguirá funcionando normalmente hasta junio, y que entonces iniciará los trámites para presentar un ERE de extinción de empleos.
La presidenta de Navarra, María Chivite, también ha lamentado que se le haya comunicado dicha decisión (a ella y al consejero de Industria de la Comunidad) por carta.
En paralelo, la dirección lo comunicaba a los trabajadores, informándoles que la decisión ha sido tomada:
- «ante la difícil situación en la que se encuentra el mercado, y tras un periodo de reflexión y análisis exhaustivo»;
- que «es el resultado de un examen minucioso de varios escenarios y medidas a lo largo de los años»;
- y que «a pesar de las numerosas medidas de mejora realizadas, la producción de electrodomésticos en la planta de BSH en Esquíroz, ha dejado de ser competitiva»
.
Para mañana, miércoles 18, el comité de empresa ha convocado una concentración frente al Parlamento de Navarra. Y, para el sábado 21, una manifestación en Pamplona.
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