El mundo se divide en mercados saturados y emergentes. Pero incluso en éstos hay agentes motores de la demanda.
Así resume la situación Reinhard Zinkann, director general de Miele y presidente de la ZVEI ((Asociación Alemana de Fabricantes de Artículos Eléctricos y Electrónica).
Por otro lado, en ambos casos el mundo se divide en mercados saturados y emergentes, y la industria centra su atención en estos últimos. Los Bric (Brasil, Rusia, India, China) han pasado en pocos años de suponer un 9 a pesar un 22% en el PIB mundial: tienen capacidad de compra y carencias de equipamiento. Hay productos en los que China tiene tasas de penetración del 60-70%, mientras que en Europa la saturación es total (100%).
En estos países saturados, hay dos grupos de agentes motores de la demanda.
— Unos son políticos, como la búsqueda de la eficiencia en consumos para reducir la demanda de energía; aunque en este caso el usuario también se apunta, al menos en el caso de Alemania, tanto por conciencia ecológica como por haber constatado que la electricidad es cada vez más cara: su precio casi se ha duplicado en ese país entre 2000 y 2012.
— Y, fuera de ese grupo de exigencias por normativa, hay un gran motor de crecimiento que es el diseño. Se nota mucho en pequeño aparato, pero también en el mundo de la cocina, un recinto en el que los ciudadanos pasan cada vez más horas, y en el que desean sentirse a gusto, ver y disfrutar.
El diseño también plantea sus propios desafíos. Los gustos y las necesidades son diferentes país por país, y para cada segmento de población. En Europa aumenta el número de consumidores «Silver» (de edad avanzada, o seniors), y sus demandas son diferentes a las de la gente joven: por ejemplo, quieren poder leer bien, y sin gafas, el panel de control.
Un buen diseño
—dice Zinkann— debe ser moderno pero no «stylish», porque las tendencias se queman pronto y hacen al aparato envejecer antes de que complete su vida útil. Por otro lado, en línea blanca debe ser conjuntado con el diseño de los muebles de cocina.
Zinkann cree que en 2013 veremos otra vez repuntar el mercado mundial de electrodomésticos. En los EE.UU. se observa una lenta recuperación del consumo, no hay razones para creer que Latinoamérica no siga comportándose bien, y Asia vuelve a crecer gracias a su nueva clase media. Por el contrario, en Europa no ha terminado la crisis de confianza, así que el mercado seguirá débil. Incluso en Alemania, donde la demanda aumentó en 2012 (y fue su quinto año consecutivo de crecimiento), el primer trimestre de 2013 ha mostrado signos de cansancio.
A Zinkann la prensa le preguntó por los resultados de la industria, y cómo se explica que no se registren ahora las pérdidas a las que su homólogo en la patronal de electrónica de consumo aludió en el mismo evento de la IFA (10.000 millones de euros negativos en 2012).
«El problema de la televisión» —dijo— es que todos los televisores se parecen mucho, y al final sólo queda el precio como elemento de diferenciación. En línea blanca hay diferencias en diseños y prestaciones, y el mercado todavía habla más en términos de valores que de precios. La introducción de la bomba de calor, que ha revolucionado el mundo de las secadoras, es un ejemplo de esto».
[Publicado en MARKET VISION Suplemento 204 — mayo 2013 ].©