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La Oficina Europea de Patentes entregará a Avelino Corma un reconocimiento a sus investigaciones.

Muchos hemos oído hablar de las zeolitas. Hay lavavajillas con zeolitas, que prometen una absorción de la humedad generada en la fase de lavado, para convertirla en aire caliente durante el secado. También hay detergentes con zeolitas. En secadores de cabello y planchas para el pelo se aplican zeolitas, presentadas como «un mineral con poder limpiador y desintoxicante». Se utilizan zeolitas en cosméticos, en acabados antiolor para ropa deportiva y de ocio, y otras aplicaciones.

Hay un valenciano cuyo equipo ha desarrollado una quinta parte de las cerca de 300 estructuras de zeolitas sintetizadas que existen hasta la fecha. Este hombre, Avelino Corma, es autor o co-autor de casi 200 solicitudes de patentes europeas y cofundador del Instituto de Tecnología Química (ITQ), centro mixto de la Universitat Politècnica de València y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Sus hallazgos —nos dicen— se emplean en numerosas industrias, entre las que destacan la energética, farmacéutica y cosmética, entre otras.

¿Qué son las zeolitas?

Corma acaba de obtener el Premio al Inventor Europeo, otorgado a Toda la Trayectoria Profesional, según ha anunciado la Oficina Europea de Patentes (OEP). Y el 4 de julio en Valencia se reconocerán públicamente sus trabajos sobre catalizadores sintéticos para mejorar las reacciones químicas.

La OEP explica que «la química está presente en todas partes, forma parte de nuestro día a día y se encuentra en elementos tan dispares como las medicinas o en los productos de limpieza. Todo lo que oímos, vemos, olemos, saboreamos y tocamos tiene que ver con la química. Los procesos por los que nuestro cuerpo puede transformar los alimentos y el agua en energía están estimulados por catalizadores». Y el científico Avelino Corma (Moncofa, Castellón, 1951), ha dedicado toda su vida a desarrollar procesos químicos y catalizadores más sostenibles.

¿Para qué sirven los catalizadores? Se utilizan en los procesos químicos con diversos fines, entre ellos mejorar la eficacia y la limpieza medioambiental de las reacciones químicas en todas las industrias.

La mayoría de los logros de Corma se han obtenido gracias, en parte, al desarrollo de zeolitas sintetizadas. ¿Y qué son las zeolitas? Pues son materiales cristalinos compuestos de silicio, aluminio y oxígeno. Actúan como una esponja con agujeros muy pequeños que atrapan pequeñas moléculas para que se produzca una reacción química específica.

Aunque algunas zeolitas se producen de forma natural, se pueden crear «catalizadores selectivos» para moléculas de un tamaño determinado. «Aunque en teoría es posible sintetizar millones de estructuras de zeolitas, hasta la fecha sólo se han desarrollado unas 300. Aproximadamente una quinta parte de éstas han sido desarrolladas por Corma y su equipo del ITQ (UPV-CSIC), lo que posiciona a este grupo de investigación con sede en Valencia como una autoridad internacional en la materia».

La zeolita puede sintentizase.

Corma desarrolló su primera zeolita sintética en 1989. Gracias a la misma, fue posible producir combustibles con mejor kilometraje, menos emisiones de carbono en climas más cálidos y mayor capacidad para soportar la compresión en un motor. Desde entonces, sus catalizadores sintéticos han beneficiado de forma inestimable a la industria y a la sociedad. Los trabajos de Avelino Corma y su equipo se han utilizado, por ejemplo, en la generación de energía a partir de la biomasa o en la eliminación de óxidos de nitrógeno (NOx) para paliar la contaminación atmosférica. Además, han tenido un impacto positivo en una amplia gama de industrias, como la del refinado y la petroquímica, la farmacéutica o la cosmética, entre otras. Como antes hemos mencionado, hasta la fecha Corma ha sometido casi 200 solicitudes de patentes europeas, y más de 50 de sus patentes han sido licenciadas a empresas internacionales.

Corma ha dirigido investigaciones sobre Catálisis Heterogénea en el mundo académico y en el sector privado, en colaboración con varias empresas. Trabajó en aspectos fundamentales de la catálisis ácido-base y redox para comprender la naturaleza de los centros activos y de los mecanismos de reacción. A partir de estos conocimientos, desarrolló una serie de catalizadores que están siendo utilizados en diversos procesos industriales actualmente, como la reducción de emisiones contaminantes de vehículos y fábricas, la mejora de los alimentos, la purificación del agua, los procesos de refinado del petróleo, la producción de medicamentos y, en general, en el desarrollo de una industria química más sostenible. La primera zeolita de Corma fue comercializada por la compañía petrolera española Cepsa y la empresa química alemana Süd-Chemie AG (ahora Clariant, muy conocida en el sector textil) bajo la marca Hysopar. Desde entonces se ha adoptado en más de 20 refinerías de todo el mundo para mejorar su eficiencia.

Corma cofundó en 1990 el Instituto de Tecnología Química (ITQ, UPV-CSIC) de Valencia, para ampliar estudios en investigación química científica, centrados en cuatro áreas principales: energía, sostenibilidad, salud y agua. El ITQ se ha convertido en un centro de referencia internacional en las áreas de catálisis, nuevos materiales y fotoquímica.

La Oficina Europea de Patentes premia la invención.

El Premio al Inventor Europeo es uno de los más prestigiosos de Europa en su ámbito. Lanzado por la OEP en 2006, honra a individuos y equipos que han aportado soluciones a algunos de los mayores retos de nuestro tiempo. La Oficina Europea de Patentes (OEP) es una de las mayores instituciones de servicio público de Europa. Con sede en Múnich y oficinas en Berlín, Bruselas, La Haya y Viena, se fundó con el objetivo de fortalecer la cooperación en materia de patentes en Europa.

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