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El sector sigue en fase de inflación, aunque con índices netamente inferiores a los del año pasado.
En el artículo anterior sobre le evolución del «sell-in» (entrega de la industria al canal) de línea blanca, basado en las cifras del comité de estadísticas de la patronal Applia y referido a mayo, hicimos ver que la evolución de este año, tanto en unidades como en valor, es un poco simétrica a la del año anterior. Esto ayuda a relativizar algo los datos. Porque, si la cifra acumulada es creciente cuando el año pasado era decreciente, y viceversa, el dato comparado puede apuntar a un equilibrio en el dato bienal. Sin embargo, a fecha de junio la «simetría» o efecto espejo es relativa: solo en cuanto a que se anota pérdida donde antes había ganancia, al menos en valor, pero se pierde más que lo que se ganaba. En cuanto al dato en volumen, el año pasado los acumulados eran negativos. Y ahora también, pero un poco más (y, en todo caso, descenso sobre descenso).
En efecto, en los seis primeros meses del año, el mercado «sell-in» cae un 9,85% en unidades, por comparación con un período en el que, en 2022, también se había perdido un 7,97%. En volumen, por tanto, el mercado está claramente en contracción, al menos por lo que puede percibir la industria en entregas al comercio.
Pero el mercado también cae en valor, un 5,81%. Claro que, no solo es un descenso más contenido, sino que se produce por comparación con un período en el que, en 2022, el mercado (en euros) crecía muy ligeramente, un 0,8%.
Sigue observándose una diferencia entre el dato en valor y en volumen, a favor del primero. Si no fuera por la inflación, la cifra en valor no sería tan buena o, para ser rigurosos en el lenguaje, sería peor de lo que es. Los puntos de ese diferencial (a favor del valor, frente a la evolución en unidades, se han reducido a cuatro, cuando el año pasado llegaron a superar los 9,5. Eso significa que la inflación es menor que en 2022, aunque supone seguir aumentando precios, sobre precios que ya habían aumentado un año antes.
Como se sabe, el sector expresa habitualmente que las subidas de precios se limitan a repercutir aumentos de costes, y probablemente no en toda la amplitud que sería necesaria, por lo que existe una fuerte presión sobre los márgenes.
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