El frigorífico jamás se desenchufa: un apunte sobre el incendio de Campanar.

Entendemos que lo que se ha determinado es dónde comenzó el fuego. ¿Cuál fue el electrodoméstico causante? Puede que se haya deducido por lógica.

Anteayer informamos sobre el posible origen del trágico y espectacular incendio del inmueble de Campanar. Aunque no hemos tenido acceso al informe policial-judicial, ni a noticia posterior más detallada, puede resultar de interés para algunos lo que entendemos (o suponemos) que parece desprenderse de las novedades difundidas.

Creemos que lo que la policía científica tiene claro es que el incendio se originó en el interior de la vivienda, y no en el exterior. De ahí que se descarte la hipótesis del motor del toldo, que estaba en la fachada, y que fue la primera planteada en los medios. El fuego estuvo confinado un tiempo dentro de la vivienda, hasta que el calor hizo estallar los cristales y así saltó una llamarada al exterior, que prendió en el toldo y elementos inflamables (concretamente, el poliuretano aislante de la misma), lo que lo propagó a todo el edificio.

Dentro de la vivienda, el espacio donde se inició el fuego fue la cocina. Y, luego, entramos (probablemente) en el terreno de las hipótesis.

El inquilino estaba de viaje. Explicó que ningún electrodoméstico estaba conectado/encendido, salvo los de conexión permanente. Y, en ese contexto, lo más probable es que fuese el frigorífico, ya que este, como es obvio, nunca se desconecta, a fin de que esté siempre en funcionamiento y mantenga los alimentos en buenas condiciones de conservación. Ojo, puede que el termo (calentador eléctrico) también estuviera conectado.