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Sareteknika se ha consolidado como un buen proveedor posventa, pero en el último bienio registrado encogió.
En pocos años, Sareteknika, heredera de la cooperativa del grupo Mondragón que llevaba el servicio técnico de la antigua Fagor, se ha convertido en un destacado proveedor de asistencia posventa para diversas marcas del ramo. Como algunos clientes han dicho, «no es el más barato, de hecho es un poco caro, pero su servicio es de lo mejor».
Para Sareteknika, los años de la pandemia no fueron buenos en cuanto a facturación. ¿Tal vez los ciudadanos prefirieron comprar electrodomésticos a repararlos, en esos años de «cocooning» (redescubrimiento de la vida en el hogar, por imperativo de confinamiento)?
Por la razón que sea, los ingresos de la compañía se redujeron un 7,9% en 2020, y otro 4,7% adicional en 2021 (un 12,2% en el bienio), bajando de 18,06 a 15,85 millones de euros.
El resultado del último año con balances inscrito registralmente (en efecto, 2021), fue un beneficio de 312.613 euros. Estos datos registrales acaban de conocerse estos días.
Para ser una cooperativa (Sareteknika Servicios Globales de Posventa, S.Coop), es realmente atípica, pues entre sus socios se cuenta una sociedad anónima, Lanalden, SA, aunque el principal accionista es la Corporación Mondragón, titular de un 22%.
Director general durante la dura etapa posterior a la crisis de la cooperativa Fagor Electrodomésticos fue Kepa Unzilla, que ya no está en la compañía (ver otra noticia en Market Visión).
En la actual del director general es Jesús Irure Sasieta.
El presidente del Consejo Rector (órgano típico de las cooperativas vascas) es Gonzalo Fernández Irairoz.
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