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Tiene financiación, está lista para levantar el concurso, y cuenta con proyectos y un plan de negocio.

MARKET VISION REVISTA 223Enrique Cosío, presidente de NPG Technology.

Cualquiera que haya estado en el sector al menos durante los últimos quince años conoce bien esas tres letras: NPG. Todos sabemos quién ha sido y quién es NPG Technology, el último fabricante español de televisores, con sede en Torrejón de Ardoz, especialmente reconocido y arrollador en el mercado durante el apagón analógico, puesto que se convirtió en uno de los líderes de descodificadores y televisores preparados para TDT.
En los últimos años, además, como atestigua la colección de noticias de Market Visión, NPG fue protagonista de planes expansivos ambiciosos. En 2012 montó una alianza industrial en China. En 2014 salió al mercado alternativo bursátil, MBA, creado en 2006 y supervisado por la Comisión nacional del Mercado de Valores, como medio de captación de recursos para ese proceso expansivo, sobre todo con vistas a un proyecto iberoamericano. Ese mismo año planteó un proyecto industrial en Méjico, vinculado a una licitación en el programa de transición a la TDT que iba a protagonizar ese país.
Pero ni la coyuntura económica en el interior ni la velocidad de los proyectos en el exterior fueron favorables, así que, acuciada por problemas de liquidez, NPG presentó el año pasado pre-concurso y, posteriormente, concurso de acreedores, con un pasivo superior a 9 millones de euros, en su mayor parte con entidades financieras.
Las negociaciones encaminadas a hallar una solución se desarrollaron con rapidez manejando varias alternativas, algunas de las cuales quedarían descartadas, mientras que otras fueron mejor encauzadas por lo que, desde hace unos meses la empresa parece tener un futuro despejado al menos en lo que atañe a recursos financieros y plan de negocio. El resto, sin duda, dependerá del buen acierto en la gestión.
Enrique Cosío, presidente de NPG Technology, ha explicado a Market Visión el estado de cosas, ahora que la compañía está a punto de levantar el concurso de acreedores (cosa que quizá podría haber ocurrido cuando se difunde este número de la revista, aunque con la agenda judicial nunca puede apostarse acerca de fechas).

«NPG entró en concurso el 9 de noviembre —dice Cosío—, y el 5 de febrero ya presentamos una propuesta de convenio anticipado, que logró un 40% de adhesiones (con un 25% habría sido suficiente para su aprobación), y el 27 de abril el administrador concursal se pronunció favorablemente, sin ningún condicionante. El 1 de junio finalizó el período de presentación de incidencias concursales, y a día de hoy todo está listo para salir del concurso, pendientes del auto judicial. Si no ha sido antes se debe a que el Juzgado número 4 de lo Mercantil, de Madrid, está muy saturado y ha tenido recientemente un relevo de magistrado, por lo que las cosas van un poco lentas».
La empresa participó en junio en el Club de Negocios Melco, feria de electrónica de consumo y pequeño electrodoméstico celebrada en Valencia, como forma de reencontrarse con los clientes y preparar la nueva etapa, que desarrollará a partir del otoño. La respuesta fue excelente.
Los directivos de NPG pudieron constatar por una parte un cierto resquemor del comercio por otros casos concursales seguidos de cierre, que dejaron en manos de sus clientes problemas candentes como rappeles, garantías y asistencia posventa: la desaparición de un proveedor deja al comerciante solo, cara a cara con el consumidor, para cualquier incidencia que se presente.
Pero del mismo modo comprobaron que el mercado está muy receptivo para NPG. «Tuvimos una agenda de contactos muy densa durante Melco, tanto en el stand como en cafetería, y muchos clientes nos dijeron: “os conocemos, sabemos quién sois, hemos trabajado con vosotros y, si seguís adelante, contad con nosotros”. Ha sido una experiencia muy satisfactoria».

El plan de NPG tiene tres agendas: financiera, industrial y de mercado. La primera, nos informa Enrique Cosío, está plenamente resuelta. La segunda atañe sobre todo a los planes en el exterior, aunque también a la disponibilidad en el mercado interior de productos que no fabrique en España. La tercera comprende varias líneas de actuación.

Capítulo de finanzas: hay liquidez asegurada.

El 11 de mayo NPG Technology firmó un acuerdo con un grupo de servicios financieros, participado por un fondo estadounidense (que invierte más de 8.000 millones de euros en empresas de todo el mundo, concretamente más de 400 en España). Es un acuerdo de financiación de circulante, sin límite, que asegura el plan de viabilidad al menos hasta el año 2020. Concretamente, en este año las necesidades estimadas de financiación son de 3 millones de euros, y están plenamente cubiertas.
Se habían barajado otras soluciones (de las que Market Visión informó en las alertas para suscriptores Oro), como la entrada de un socio mayoritario que habría aportado capital pero en cantidad insuficiente para garantizar el cash-flow, de manera que la opción financiera tomada ha sido más interesante. Existe por otro lado la posibilidad de que entre como accionista «una multinacional muy grande, de más de 80.000 empleados, con la que tengo muy buena relación y que trabaja en Latinoamérica». En ese caso, tomaría un 10% de la compañía y se sentaría en el Consejo de Administración.
Por otra parte, la empresa tiene un 32% de su capital en el MAB. Ese paquete se divide en un 20% que pertenece a una quincena de fondos de inversión españoles, y un 10% en manos de inversores minoristas. NPG está en conversaciones con las autoridades del MAB para reactivar la cotización en el otoño, una vez se haya levantado el concurso de acreedores, y también estudia con los fondos de inversión una posible ampliación de capital del 20 o 25%, unos 4-5 millones de euros, a efectuar después del regreso al MAB. Se haría mediante emisión de nuevos títulos, conservando el núcleo duro de accionistas con más del 51%.

Capítulo industrial: China y Méjico.

«En China cerramos la fábrica que teníamos, y en su lugar formalizamos una joint-venture con una compañía de la que había sido socio en los años 90, cuando fabricamos 300.000 módems para Telefónica. Con esta alianza hemos reducido costes y podemos aumentar la potencia de ingeniería, y será importante por ejemplo para el desarrollo de nuevos productos de teleasistencia y videovigilancia».
El caso de Méjico es más complejo. El proyecto industrial que se preparó para ese país era muy ambicioso, con idea de levantar una fábrica de grandes dimensiones, y la única de toda América que montase paneles. La capacidad era de un millón de paneles y 300.000 televisores al mes. Inicialmente se programó una capacidad de 75.000 televisores, pero fue aumentada a petición de las administraciones locales (que contribuyeron al proyecto con casi dos millones de dólares, por 4,5 millones de la propia NPG), y del país. El Gobierno aseguraba además un contrato de 400 millones de dólares para la transición de la televisión mejicana a TDT. La inauguración debía haberse producido el pasado 10 de febrero, con asistencia prevista de máximas autoridades. Pero todo se frustró por razones de diverso orden, entre ellas de naturaleza política. La fábrica está construida pero inoperante.
Ahora se barajan alternativas al proyecto. Entre ellas, la posibilidad de dividirlo en dos partes: mantener en Méjico una parte de las instalaciones, y trasladar el resto a algún país del Mercosur, Uruguay o Argentina, siempre que se encuentre a un socio local que se haga con el 60% de la empresa, manteniendo NPG el 40%. Enrique Cosío cree que ese grado de implicación societaria es necesario para asegurar el éxito del proyecto, y evitar imprevistos como los de Méjico.

Tercer capítulo, producto y mercado interior.

La compañía se va a orientar a tres mercados, uno de ellos doble:
—El mass market o negocio masivo de Smart TV, con una derivación en el TDT2.
—Los negocios del Pae y de la videovigilancia.
—El mercado B2B, de empresa a empresa, como es la producción de dispositivos para Telefónica, Orange u otras operadoras.

Smart TV. NPG tiene su sistema patentado, dentro de Android.

«NPG es la única marca B que cotiza en bolsa (en el mercado alternativo), con capacidad de obtener recursos y ampliar capital; que fabrica en España, en China y, próximamente, en Latinoamérica; y, sobre todo, que tiene una tecnología propia y una patente en Smart TV».
Cosío nos recuerda que en el mercado hay «cuatro sistemas de Smart TV: Tizen de Samsung, webOS de LG, Firefox OS (que utiliza por ejemplo Panasonic), y Android. Este último es un sistema abierto, pero NPG, que ha sido pionero en utilizarlo hace tres años, ha patentado un sistema propio dentro de Android: somos la única marca que lo ha hecho. Eso nos otorga un potencial enorme. Se calcula que este año el 60% de los televisores, es decir de un mercado de 1.500 millones de euros, será Smart TV. Si logramos un 4 o 5% del pastel tendremos una facturación de 45 millones sólo en Smart TV». El negocio se hará fundamentalmente con venta de televisores, pero también con unidades externas. Cabe asimismo la posibilidad de personalizar el producto para algunos clientes intermedios. Por ejemplo, preparar la interfaz para que en la página inicial de navegación el televisor ofrezca un enlace al sitio web de Media Markt, Carrefour, El Corte Inglés o Telefónica.
Por otro lado, la empresa «va a ir muy duro en el tema de la TDT2». La segunda generación de Televisión Digital Terrestre tenía que haberse implantado ya en 2013, pero la llegada de la recesión económica aconsejó una moratoria que la Unión Europea aceptó para nuestro país. Aun así, llegará: entre 2018 y 2020 deberá implementarse. «No veremos un fenómeno comercial tan impactante como en 2009, cuando el apagón analógico se produjo en un mercado todavía con mucho televisor de tubo, por lo que muchísima gente aprovechó para cambiarse el televisor. Ahora hay un parque de 30 millones de televisores, ninguno adaptado a TDT2 pero la mayoría de gran pantalla y de tecnología muy moderna. El apagón analógico ocasionó una subida brusca de ventas de televisores, se vendieron 5 millones en un año, y yo creo que el tránsito a la TDT2 será más suave, con un aumento de ventas gradual durante el período. En la primera transición a TDT tuvimos un 18% del mercado español. Y estoy seguro que en la TDT2 volveremos a ser líderes».

Pae y Videovigilancia.

El proyecto de pequeño electrodoméstico se circunscribe a una familia de producto: cafeteras NPG. Y sus consumibles: las cápsulas de café; en este caso en sociedad con una empresa catalana de café, de mucho prestigio, que tiene capacidad para producir 3 millones de cápsulas compatibles al mes.
El área de negocio de videovigilancia ofrece un campo de desarrollo muy atractivo. Se estudian varias actividades. Videoporteros, para canal de instalación pero también para canal bricolaje (Akí, Leroy Merlin), que en su día fue un cliente magnífico de TDT. Y mirillas electrónicas. Lo más importante es la capacidad de integración de estos sistemas con la telefonía móvil y con la Smart TV. «Puedes estar en el trabajo y recibir un aviso de que alguien ha llamado al timbre de tu casa. Puedes verle y hablar con él, y por ejemplo pedirle que deje un paquete al vecino. O estar en el extranjero y saber quién te ha visitado. O en la sala de estar, y ver en la pantalla del televisor quién está llamando a la puerta, sin tener que levantarte».
Es un mercado en el que la diferencia no estará ya sólo en el hardware sino en el software. Estamos hablando del hogar conectado y del hogar inteligente.

En definitiva, a NPG no le faltan proyectos ni potencial de mercado. Dispone también de recursos, y de capacidad de ampliación de los mismos. Y está a punto de salir del concurso. Ahora es importante que el mercado acompañe. Y la primera respuesta de los clientes está siendo, ya mismo, positiva.

MARKET VISION REVISTA 223

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