Aparatos de menos de 100 euros PVP raramente se llevan a reparar.
En el presente ejercicio se cumplirán dos años (a fecha de hoy más de un año y medio) desde la apertura en la Porte de la Chapelle, distrito XVIII de París, del espacio «RépareSeb», para el reacondicionamiento de producto averiado de las marcas del grupo Seb (Tefal, Rowenta, Moulinex, Krups y otras). El grupo lo montó en colaboración con el Ayuntamiento de la capital francesa y con una sociedad de inserción laboral.
Todos estos meses después, la experiencia se mantiene en un nivel de actividad modesto, aunque conceptualmente ambicioso. La intención sigue siendo fomentar una economía circular y evitar la retirada prematura de productos que han presentado algún problema de uso.
Según la Agencia para la Transición Ecológica, de Francia, hay estudios que evidencian que los consumidores no reparan productos en los que el coste de la reparación supere un tercio del precio de compra. En concreto, parece que los pequeños electrodomésticos que cuesten menos de 100 euros difícilmente se reparan, sino que se sustituyen, con lo que el antiguo se desecha.
En coherencia con su apuesta por la sostenibilidad, grupo Seb sigue muy comprometido con su estrategia anti-obsolescencia prematura. Ahora solo falta que el consumidor también tome conciencia.
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