Fissler: Casar ingredientes y utensilios, para una cocina creativa

El stand de Fissler en Ambiente era este año una declaración de amor.

El stand de Fissler en Ambiente era este año una declaración de amor. O de amores, ya que los alimentos tienen sus preferencias.

Según el fabricante alemán de menaje de cocina, una comida perfecta requiere tres elementos: los mejores ingredientes, piezas de menaje de alta calidad, y una pizca de pasión en la preparación. Basándose en esta afirmación, el lema del stand era «Food loves Fissler»: los alimentos aman a Fissler. Y distribuidas por el espacio de la marca en la feria había estaciones de demostración —y de experimentación para el visitante—, con el juego de casar las mejores parejas de ingredientes y utensilios. ¿Qué sartén es ideal para pescado? ¿Cuál escoger para la carne? ¿Qué ingredientes se cortan mejor con cada tipo de cuchillo?

Dos chefs de cocina lo mostraban en tres áreas temáticas: cocinado, fritura y preparación. En la primera de ellas se presentaba la «Cocina del Amor» (Love Kitchen), cuyo protagonista era la nueva gama «luno», para una cocina creativa.

Se trata de una familia de ligeros utensilios de aluminio con revestimiento antiadherente, en una elegante estética negra, que comprende ollas, sartenes, rustidor, wok y crepera. Con características como la tapa de especial curvatura para condensar los vahos y devolver el líquido al rustido, que sale así más jugoso; o la escala de medida integrada en la olla, que vuelve innecesaria la taza de medida externa; o el diseño interior, con una curvatura de empalme de fondo calculada para el paso del cucharón de cocinar, a fin de que no queden restos de comida en la olla; o las asas de acero inoxidable con triple ranura, cubiertas por anillos de silicona, sistema que reduce el calor de la empuñadura en 10 grados, bajándolo a unos 45º incluso cuando la olla continúa puesta al fuego; o la suela «cookstar all-slove», que permite su uso eficaz sobre cualquier superficie de cocción, incluso inducción, garantizando que la base del recipiente sea absolutamente plana, y asegurando un contacto perfecto sobre la superficie de calor.