El año pasado, los patinetes eléctricos causaron 11 muertos y 187 heridos, en España.
Antiguamente el patinete se consideraba casi un juguete para niños. Hoy es un vehículo de desplazamiento personal similar a una bicicleta, a un monopatín... o incluso a una moto, aunque su imagen pública es la de un vehículo sencillo, para personas que no precisan conocimiento del código de la circulación.
El legislador ya se ha encargado de corregir parcialmente la falta de regulación de esa actividad (conducción de patinetes), por ejemplo exigiendo que estos vehículos circulen por la calzada, y no por las aceras (aunque en la práctica esto raramente se vigila y solo ocasionalmente se sanciona).
Cuando se discute regular la limitación de velocidad, imponer el uso de casco, y eventualmente exigir un seguro de responsabilidad, muchos consumidores-usuarios ponen el grito en el cielo. Y, sin embargo, no se hace solo para proteger a los pobres peatones, que se ven acosados y a veces atropellados por conductores de patinetes, sino también con el propósito de protegerles a ellos mismos.
Un ejemplo de los peligros que amenazan a la conducción de patinetes lo tenemos en el accidente que en la madrugada del lunes, poco antes de las 3:00 horas, sufrió uno de estos vehículos en Santa Coloma de Gramenet, Barcelona.
Al parecer, el individuo varón que circulaba por la acera de la Avenida dels Banús «pilotaba» un patinete eléctrico trucado fuera de normativa, por lo que podía viajar a más de 25 kilómetros por hora. Incumplía, por tanto, dos normas: marchar por la acera y moverse a gran rapidez. No se ha informado cuál podía ser esa velocidad, pero se confirma que era excesiva.
Según testigos, a causa de ese exceso perdió el control y cayó. No llevaba casco. El impacto contra el suelo le produjo lesiones graves. Aunque el servicio de emergencia llegó en pocos minutos, no se le pudo salvar la vida. Como circulaba sin documentación, se ignora su identidad.
En un patinete eléctrico las imprudencias pueden tener resultados fatales. Particularmente si no lleva limitador de velocidad.
Aun pecando de indelicadeza, añadamos que, al menos, el conductor imprudente solo acabó con su propia vida. No con la de algún transeúnte inocente.
En 2023 once personas fallecieron en España a causa de un accidente con patinete eléctrico, lo que comprende los casos de colisión con otros vehículos, caídas, y atropello a peatones. Además, 187 personas resultaron heridas (70 de ellas, de carácter grave).
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