Seis consejos de MMD para escoger un monitor profesional.

Los expertos gráficos deben considerar aspectos como el tamaño, resolución o soporte de color.

Con la gran cantidad de tamaños de monitor, resoluciones, relaciones de aspecto, tecnologías de panel y soporte de color que compiten por el espacio en las tiendas, incluso los profesionales de la imagen pueden tener dificultades para elegir la pantalla adecuada. Por ello, MMD, fabricante de monitores Philips, señala los seis aspectos clave que deben tener en cuenta los profesionales del arte digital a la hora de escoger un monitor:
1. El color. Los colores de la pantalla deben ser lo más parecidos posible a los de salida de otros dispositivos (por ejemplo, impresoras). Un buen monitor para este tipo de trabajo requiere tanto una amplia gama de colores como una excelente calibración. Las siguientes son las principales gamas estándar de colores de la industria:
—sRGB. Es la mínima.
—Adobe RGB. Más amplia que sRGB. Una pantalla profesional debe poder reproducir exactamente al menos el 90% de los colores en este espacio.
—NTSC. Un 72% NTSC equivale a un 99% sRGB, de modo que una pantalla que pueda reproducir más del 72% NTSC ofrecerá colores más nítidos y realistas. La mayoría de los nuevos monitores Philips incorporan tecnologías que reproducen entre el 85% NTSC (122,9% sRGB) y el 104% NTSC (130% sRGB).
2. El tamaño del monitor. Para una buena visión general del trabajo creativo, para comparaciones o para multitarea, lo ideal es una pantalla grande. Cualquier monitor de menos de 27 pulgadas no cubrirá las necesidades de un fotógrafo o un diseñador. Una pantalla de 32 o incluso 40 pulgadas sería ideal.
3. La relación de aspecto. Las pantallas panorámicas son ahora un estándar y muchos diseñadores optan por 16:9, ya que, además de ofrecer mucho espacio horizontal, proporcionan un espacio vertical suficiente (comparado con 21:9, por ejemplo). Esto significa que se requieren menos movimientos del cuello y ojos para una buena visión general. Además, puede adaptarse proporcionalmente a los tamaños de impresión estándar.
4. La resolución. Cuanto mayor es la pantalla, mayor necesidad hay de resoluciones altas, a fin de que los píxeles sean lo más imperceptibles posible. Dado que los profesionales buscarán pantallas de 27 pulgadas para arriba, tiene sentido que opten por una resolución QHD como mínimo (QHD tiene 2560 x 1440 píxeles, frente a los 1920 x 1080 de Full HD).
Si se busca una pantalla aún más grande, habría que considerar una 4K (3840 x 2160), ideal para niveles de zoom muy cercanos. Para quienes trabajan con pantallas divididas, una pantalla de 40 pulgadas de gama alta 4K sería la opción correcta.
5. La tecnología de panel. Existen dos tecnologías comunes, idóneas para trabajos gráficos: VA (alineación vertical) e IPS (conmutación en plano). Ambas ofrecen ángulos de visión similares, ultra amplios de 178º, lo que permite ver la pantalla desde casi cualquier posición. No obstante, la precisión del color y el brillo constante son ligeramente más altos en los paneles IPS. Aun así, en muchos monitores nuevos con panel VA esto está bien compensado a través de tecnologías especiales. Un ejemplo es la tecnología Ultra Wide-Color en los modelos de Philips, que proporciona una precisión de color excelente. Por otro lado, los paneles VA muestran mejores negros y mejor contraste, y tienden a consumir menos energía.
6. ¿Plano o curvo? Depende de la preferencia personal. Las últimas pantallas curvas envuelven el espacio de la pantalla suavemente alrededor de la línea de visión del usuario, permitiendo una mayor concentración en la tarea (un punto a tener en cuenta en oficinas ajetreadas). Una pantalla curva crea más percepción de profundidad con una distorsión de imagen mínima. Sin embargo, algunos usuarios prefieren pantallas planas para el momento de crear contenido, ya que cualquier distorsión, incluso mínima, no es bienvenida. Dependiendo del presupuesto y del espacio del escritorio, puede ser buena idea tener una disposición de pantallas dual, con una plana y otra curva.

Los profesionales gráficos deben centrarse en estas características como primera opción, pero también hay que tener en cuenta elementos como el ajuste ergonómico o la conectividad.