Grundig colabora con Food for Soul: Refettorio Gastromotiva.

Una iniciativa solidaria servirá 19.000 comidas, con los desperdicios del comedor olímpico.

Este mes de agosto, y durante la celebración de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, se desarrolla en esa ciudad la primera actuación internacional, fuera de Italia, de la asociación «Food for Soul» («comida para el alma») del chef Massimo Bottura, con la que la marca Grundig ha iniciado una colaboración. Bajo el patrocinio de Grundig, la acción «Refettorio Gastromotiva» de Food for Soul se inscribe en la Iniciativa de Alimentación Sostenible 2016 del Comité Olímpico de Río, y cuenta con «productos innovadores Grundig para ayudar a maximizar la longevidad de alimentos y ofrecer el apoyo a la más alta calidad culinaria». Por otro lado, es también una cooperación con Gastromotiva, una organización brasileña cuyo objetivo es transformar la vida de las personas socialmente vulnerables a través de los alimentos.
Se ha construido una cocina sobre un terreno concedido por la ciudad en la Rua da Lapa, 108, y un comedor de beneficencia. Allí se reutilizarán más de 12 toneladas de alimentos recuperados de la Villa Olímpica, donde 10.500 atletas de 205 países consumirán unos 14 millones de comidas durante los juegos, pero también producirán varias toneladas de desperdicios. Con ellos se cocinarán y servirán 19.000 comidas, que en una nota se dice que equivaldrán a 120 comidas al día, lo que sugiere que el Refettorio Gastromotiva dará este tipo de comidas durante más de 150 días.
El edificio ha sido construido bajo gestión de Metro Architecture, y el interiorismo, mobiliario e iluminación se han encomendado a los artistas y diseñadores Vik Muniz, Campana Brothers y Maneco Quinderé.
El Refettorio Gastromotiva será además un centro para proyectos relacionados con la alimentación y la inclusión social, «para nutrir el cuerpo y el alma»: ofrecerá talleres comunitarios en materia de nutrición y alimentación saludable para las familias, los cocineros y los directores de escuela, así como talleres sobre la plena utilización de los alimentos.
El primer ejecutivo del grupo Arçelik (del que forma parte Grundig), Hakan Bulgurlu, ha declarado que la compañía y la marca están encantadas de su implicación en este «proyecto cultural», añadiendo que «la sinergia entre Grundig y “Food for Soul” está construida sobre el auténtico respeto por los alimentos que en última instancia generan menos residuos y alimentan más».